Me solicita un lector información sobre la “perrera
municipal” de Zaragoza y sobre la fábrica de regaliz Zara, ambos edificios
situados en el entorno de la calle Asalto. No hay mucha información en mis
archivos mentales y de papel, pero algo sí he encontrado.
Recuerdo que hasta los años 60 estaba la perrera municipal
(que nada tiene que ver con los servicios actuales de Protección Animal) junto
al río Huerva, en la zona de la calle Asalto cercana a la entrada al casi
nonato barrio de Las Fuentes.
Era un edificio bajo y alargado, no con mucha
visibilidad desde la zona de la calle Asalto pero muy molesto para los vecinos
y viandantes pues los ladridos eran muy abundantes.
En aquellos años el
servicio municipal de la perrera disponía de unas furgonetas que recogía con
unos lazos añadidos a unas varas rígidas a todos los animales sueltos y abandonados
que estaban por las calles zaragozanas.
Eran años de muchos perros por las
calles sin dueño pues no existía el concepto actual de animal de compañía y
ellos mismos se tenían que buscar la vida, incluida la multiplicación como la
de los panes y los peces.
Cuando había denuncia sobre todo o sobre aumento del
número de animales en algunas calles, acudían con las furgonetas los operarios
municipales y cazaban a los perros. Aquellos animales si en pocos días no eran
reclamados, se sacrificaban en la perrera, que era considerada simplemente un
matadero de perros y poco más.
Aquel servicio se intentó modernizar en aquellas
décadas con poco resultado hasta que en la actualidad está perfectamente
organizado en torno a las donaciones y no el sacrificio como norma final.
Creo
que su ubicación, si observamos el plano que dejo, del año 1899, sería la zona
que figura como “viveros municipales”, más en su zona oeste, pues aun sin tener
constancia exacta me encaja perfectamente que se utilizaran los mismos terrenos
municipales y en una zona que la recuerdo situada en esta zona de Zaragoza.
A la derecha se ven los terrenos del actual Parque Bruil, entonces propiedad de la familia Monserrat.
En la posterior entrada hablaré de la fábrica de regaliz
Zara, empleando el mismo plano.