29.6.13

La perrera municipal de Zaragoza en la historia


Me solicita un lector información sobre la “perrera municipal” de Zaragoza y sobre la fábrica de regaliz Zara, ambos edificios situados en el entorno de la calle Asalto. No hay mucha información en mis archivos mentales y de papel, pero algo sí he encontrado.

Recuerdo que hasta los años 60 estaba la perrera municipal (que nada tiene que ver con los servicios actuales de Protección Animal) junto al río Huerva, en la zona de la calle Asalto cercana a la entrada al casi nonato barrio de Las Fuentes. 

Era un edificio bajo y alargado, no con mucha visibilidad desde la zona de la calle Asalto pero muy molesto para los vecinos y viandantes pues los ladridos eran muy abundantes. 

En aquellos años el servicio municipal de la perrera disponía de unas furgonetas que recogía con unos lazos añadidos a unas varas rígidas a todos los animales sueltos y abandonados que estaban por las calles zaragozanas. 

Eran años de muchos perros por las calles sin dueño pues no existía el concepto actual de animal de compañía y ellos mismos se tenían que buscar la vida, incluida la multiplicación como la de los panes y los peces. 

Cuando había denuncia sobre todo o sobre aumento del número de animales en algunas calles, acudían con las furgonetas los operarios municipales y cazaban a los perros. Aquellos animales si en pocos días no eran reclamados, se sacrificaban en la perrera, que era considerada simplemente un matadero de perros y poco más. 

Aquel servicio se intentó modernizar en aquellas décadas con poco resultado hasta que en la actualidad está perfectamente organizado en torno a las donaciones y no el sacrificio como norma final. 

Creo que su ubicación, si observamos el plano que dejo, del año 1899, sería la zona que figura como “viveros municipales”, más en su zona oeste, pues aun sin tener constancia exacta me encaja perfectamente que se utilizaran los mismos terrenos municipales y en una zona que la recuerdo situada en esta zona de Zaragoza. 

A la derecha se ven los terrenos del actual Parque Bruil, entonces propiedad de la familia Monserrat.

En la posterior entrada hablaré de la fábrica de regaliz Zara, empleando el mismo plano.