El líder del PP en Zaragoza, Eloy Suarez, ha presentado una iniciativa de
revitalización de las ruinas del convento de San Lázaro en línea con los que
todos hemos comentado muchas veces. Zaragoza
se gastó mucho dinero en una zona que una vez acabada la Expo 2008 se abandonó
como quien se relaja después de acabar la faena. Cinco años de nada, de un
edificio cerrado en donde varios millones están enterrados junto a los restos
de la historia del Rabal y con ella de Zaragoza.
Siendo obvio que revitalizar esa zona es interesante y
necesario para el Rabal, debemos preguntarnos todos si los ciudadanos lo vemos
desde la misma óptica y actuar en consecuencia.
El número de visitantes que acuden a los museos en Zaragoza
es muy bajo. El que acude a las exposiciones bajo y el turismo una asignatura
pendiente. Estas iniciativas hoy presentadas son cantos de sirena si no van
acompañadas de políticas culturales amplias y serenas, trabajos de campo y ganas
de entender que también la cultura en Zaragoza es un ejercicio de mimo y de
respeto, de asignar trabajo diario y no reuniones electorales para parecer.
No hay dinero para acometer una modificación de usos, entre
otros motivos por la falta de acondicionamiento en calefacción y aire
acondicionado de este edificio. Si, al construirlo con mucho millones alguien
se olvidó de poner calefacción o aire acondicionado, pensando que en realidad
era la calle pero con una cubierta para que no se mojaran los restos. Sin
acondicionar es complicado lograr que los visitantes aguanten una explicación o
un vídeo o unas presentaciones audiovisuales.
¿Solución?, pues si nadie quiere hacer un establecimiento de
hostelería en su interior o exterior, que sufrague los costos de acondicionar
el lugar, queda quejarnos de la idiotez de algún diseñador absurdo, pues si no
fuera por eso, con una persona trabajando en su interior casi serviría para que
estuviera abierto, aunque fueran media docena de visitantes.