Zaragoza es ciudad
hermosa, sin duda, pero también es ciudad que ha visto desaparecer grandes
edificios históricos, iglesias o palacios civiles, por diversos usos
descuidados o por guerras brutales que han machacado nuestra ciudad.
El palacio de la Diputación del Reino, la antigua iglesia con el claustro de Santa Engracia, el antiguo Hospital de Nuestra Señora de Gracia, el convento de San Ildefonso, las puertas de Zaragoza excepto la del Carmen o palacios como los de Zaporta —dicen que llegó a tener Zaragoza 200 palacios— o la Torre Nueva son ejemplos simples.
El palacio de la Diputación del Reino, la antigua iglesia con el claustro de Santa Engracia, el antiguo Hospital de Nuestra Señora de Gracia, el convento de San Ildefonso, las puertas de Zaragoza excepto la del Carmen o palacios como los de Zaporta —dicen que llegó a tener Zaragoza 200 palacios— o la Torre Nueva son ejemplos simples.
Dejo ahora una imagen de
la torre mudéjar de la iglesia de San Juan y San Pedro, que se encontraba en la
calle de su mismo nombre, en la zona entre la calle Don Jaime y San Vicente de
Paul, junto a las termas de la antigua Cesaraugusta, junto a la trasera de la calle el Refugio.
De las cinco torres mudéjares que teníamos en Zaragoza —Magdalena, San Miguel, San Pablo, San Gil y la ya desaparecida de San Juan y San Pablo— esta era la más modesta aunque muy alta para la parroquia que tenía a sus pies, previsiblemente por alzarse sobre una zona de calles muy estrechas.
La plaza que tenía enfrente de su entrada era la Plazuela de los Médicis antes llamada Plaza Alegre, hoy un pequeño entrante en la Plaza San Pedro Nolasco hacia las termas romanas.
De las cinco torres mudéjares que teníamos en Zaragoza —Magdalena, San Miguel, San Pablo, San Gil y la ya desaparecida de San Juan y San Pablo— esta era la más modesta aunque muy alta para la parroquia que tenía a sus pies, previsiblemente por alzarse sobre una zona de calles muy estrechas.
La plaza que tenía enfrente de su entrada era la Plazuela de los Médicis antes llamada Plaza Alegre, hoy un pequeño entrante en la Plaza San Pedro Nolasco hacia las termas romanas.
La iglesia de San Juan y San Pedro era una iglesia modesta, de
barrio, de ladrillo y tapial con una torre cuadrada con decoraciones mudéjares,
disponiendo de una nave diseñada en el siglo XIV que finalmente fue derribada
en el año 1969. Hace poco más de 40 años.
Se sabe que era una torre alminar
posiblemente no tanto como lugar para la llamada a voces para la oración sino
como lugar para otear toda la parroquia pues los huecos tabicados a la altura
de donde estaba la campana eran espacios muy pequeños para poder colocar más.
Tras su demolición, sus
valores interiores corrieron diversa fortuna (estuvo varios años cerrada antes
de ser destruida, como para dar pena o ganas de decidir si era mejor tener un
edificio de viviendas o la torre mudéjar). Se sabe que el retablo barroco llamado del
Rosario está ahora en el Stadium Casablanca. Y varias piezas menores están en
el Arzobispado de Zaragoza, en La Seo o en el Seminario nuevo.