10.2.13

Hay que crecer y cuidar más el turismo hacia Zaragoza

Simplemente impresiona; a los que llegan por primera vez a Zaragoza y ven en una noche la silueta del Pilar sobre el Ebro se quedan durante unos instantes convencidos de que es un gran monumento en un gran lugar.

Durante muchas décadas al visitante le ofrecíamos con la misma facilidad la visita a El Pilar y a La Seo, en un conjunto de plaza enorme y llena de lugares para disfrutar del arte. Con la renovación y restauración de La Seo vino pagar por entrar y dificultar las visitas de los turistas que muchas veces también buscan la ciudad fácil y amable, la que muestra sus encantos y bellezas sin añadidos económicos.
Crece el turismo en Zaragoza, pero seguimos sin aprovechar todos sus encantos y posibilidades, a veces muy dispersos y poco promocionados. Somos ciudad de museos, de exposiciones, de congresos, de gastronomía, de urbanismo moderno y antiguo, de mudéjar, de historia, de parques, de ríos y agua, de fiestas religiosas y lúdicas, de salas de fiesta.
Pero hay que trabajar más la cultura constante, cuidar sin descuido las orillas del Ebro, resolver el transporte desde el aeropuerto, terminar de una vez El Tubo, crear al menos un mercado “diferente”, potenciar el casco histórico, posicionar mejor el Centro de Historias y el Pablo Serrano mientras se programa sin descanso La Lonja, el Palacio Sástago y el Pablo Gargallo, crear una red de arte contemporáneo y el tan esperado museo contemporáneo que nunca llegará, reprogramar más contenidos de fiestas pensando también en los visitantes ocasionales, crear una red de habitaciones hosteleras a precio competitivo con independencia del número de estrellas uniendo calidad y precio.