Entramos en
la recta final para la adjudicación de la contrata del servicio de transporte
urbano de autobuses de Zaragoza. Y ya ha surgido la pequeña sorpresa de un gran
grupo que desea hacerse con la contrata de este servicio, que representa una
cifra de negocio alta para cualquier gran empresa. Un caramelo que pocos dejarán
de intentar saborear.
Es posible
que antes del día 18 alguna otra gran empresa presente sus credenciales, lo que
es bueno para la ciudad, que necesita mantener una gran calidad a un precio muy
bajo.
Hay que ser
conscientes de que el precio de Zaragoza es bajo para los zaragozanos, aunque
no se entienda así por los ciudadanos. Y que el servicio es bueno, con algunas
mejoras imprescindibles.
El contrato
del autobús para Zaragoza es público, se rige por unas normas legales muy
tasadas y no es nada sencillo poder elegir con otros criterios que no sean los
de seleccionar la mejora contrata para la ciudad. No caben (no es nada
sencillo) apaños y enmiendas, amigos o conocidos, caminos torcidos. Más cuando
entre los que presentan sus ofertas hay grandes corporaciones que saben mirar
con lupa gorda las negativas a sus propuestas.
El
Ayuntamiento lo tiene complicado, pues no se trata de negociar sino de decidir,
aunque en realidad sobre la mesa hay muchos asuntos sobre el transporte que se
escapan directamente a unos pliegos perfectamente diseñados. Hay que estar muy
atentos pues en los próximos días pueden surgir más ofertas.