5.11.12

Nadie recuerda Expo Paisajes 2014 en Zaragoza

Se cumple esta semana cuatro años desde que Zaragoza volvió de Dubái con el acuerdo no firmado pero verbal de poder celebrar en nuestra ciudad una Expo Paisajes para el año 2014, que enseguida fue maltratado y nada creído por casi todos los partidos políticos. 

La idea era potenciar los barrios del este de Zaragoza, desde Las Fuentes a Vadorrey, con el arreglo de toda la zona del final del Gállego y la huerta de Las Fuentes y Montemolín. Pero primero la crisis económica y luego las críticas de todos los partidos políticos menos el PSOE, para que no fuera aprovechado por este partido en las siguientes elecciones municipales, llevó al traste con esta idea, que hoy ya ha quedado en el olvido de todos.
Pasamos de llamar Expo Paisajes a Expo Nabo, sin atender a las voces que solicitaban (solicitábamos) un repaso a todas las Expo Paisajes anteriores en países de Europa, y sus resultados para revitalizar barrios de grandes ciudades y dotarlos de nuevos parques y una vida de más calidad.
Expo Paisajes tuvo algunos errores graves en su planteamiento. No se contó con una financiación clara. Se cometió el gran error de meter en el proyecto la Huerta de Las Fuentes cuando no era necesario para la realización de este gran evento, lo que enseguida puso en su contra a todas las fuerzas ecologistas, con las que había que haber contado. Se intentó cambiar después su ubicación hacia la zona Expo 2008 mareando el proyecto para adelgazarlo sin convencer a nadie. No se supo contar con el resto de fuerzas políticas municipales ni de la DGA.
Incluso hoy las Asociaciones de Vecinos de los barrios afectados hablan del acierto que supuso no hacer la Expo Paisajes, a la vez que siguen reclamando un cierre de la ciudad por el Este y unos servicios que no tienen en comparación a otros barrios de Zaragoza. Algo que resulta incompatible, más en periodos de crisis. Priman las órdenes de las directivas políticas a nivel ciudad, a costa de las necesidades de estos barrios, que aunque estén representados por AVV, sus dirigentes obedecen a sus respectivos partidos políticos.
Es curioso que tanto CHA como IU, que enseguida plantean soluciones adoptadas por barrios europeos para sus problemas de revitalización, no hayan sido nunca capaces de enseñarnos qué ha supuesto este tipo de exposiciones de jardinería y horticultura para las ciudades que los llevan realizando en estas últimas décadas. ¿Qué no hay dinero?, ¿y desde cuando se apoya desde la izquierda un sistema económica que quiera controlar el déficit a costa de los barrios que más mejoras necesitan? ¿que todo se basaba una vez más en el ladrillo?, pues precisamente para eso estamos desde la izquierda, para controlar y modificar vicios viejos y evitarlos.
Es inentendible que se construya en Arcosur, a una distancia tremenda y a un precio para llevar servicios municipales muy altos que tenemos que pagar entre todos los zaragozanos, y no seamos capaces de dar sentido a lo que antes era la Huerta de Las Fuentes, pero ahora no son más que terrenos baldíos y sin nada que cultivar. Y lo digo desde el conocimiento de haber pisado los campos de patatas, alcachofas, bisaltos o cebollas cuando efectivamente era una gran huerta y no lo que es ahora. O que tengamos a poca distancia del centro de la ciudad toda la desembocadura del río Gállego y no seamos capaces de sacarle el provecho que cualquier otra ciudad de nuestro tamaño ya habría conseguido con poca inversión púbica y un control exquisito de la inversión privada.

Zaragoza necesitaba este tipo de eventos (u otros parecidos) para seguir contando tras el fracaso que supuso Expo 2008, de cara a potenciar Zaragoza como destino turístico. Tuvimos la oportunidad perdida de posicionar Zaragoza en el mapa europeo y potenciar salidad económicas en periodos de crisis. ¿Que hay que pagar las deudas?, efectivamente, pero poco a poco y a su tiempo. Los errores de algunos edificios de Expo 2008 si fueron el gran lastre de lo que nunca hay que hacer. Debimos aprender de estos errores, pero nunca a costa de suspender todo tipo de actuaciones urbanas o de inversión. Excepto que asumiéramos que como somos imbéciles como ciudad para hacer las cosas bien, lo mejor es no hacerlas.