16.11.12

Zaragoza a mitad del siglo XIX, pequeñas pinceladas

Hablábamos en una entrada anterior de lo que perdió Zaragoza por los dos Sitios que sufrió brutalmente en los años 1808 y 1809, y del empobrecimiento que supuso esta guerra que evitaba la entrada de la ilustración en España. Pero en el año 1833 moría Fernando VII, un reconocido Rey incapaz y malo, absolutista y dictador, que creo un clima social muy encendido, lo que daba entrada a un nuevo periodo en la Historia de España y de Zaragoza más abierto, con  la burguesía apoderándose del poder a costa de caciques viejos del mundo rural, poseedores de todas las tierras y de la capacidad para controlar los trabajos.
Las diversas fases de desamortización (la más conocida de la Mendizábal) hicieron posible que en las zonas necesarias para la ampliación de la reconstruida Zaragoza se pudieran disponer de terrenos urbanos, en manos de la iglesia pero sin uso urbano pues se empleaban como huertas o zonas de recreo, para ir creando un crecimiento ordenado de la ciudad hacia la zona de Gran Vía.
Aquellas décadas si fueron importantes para Zaragoza que pasó en el año 1834 de tener 44.482 habitantes a tener en el año 1857 unos 63.446 vecinos. Un crecimiento en dos décadas de casi el 50%.
Pero además Zaragoza se iba dotando de una cierta calidad urbana con mejor iluminación pública, algunos desagües sanitarios en edificios nuevos, y una iniciativa urbana y financiera desde el Ayuntamiento que nunca hasta la fecha se había tenido en la ciudad. Zaragoza se levantaba lentamente de su desastre y empezaba a conocer la modernidad de aquellas décadas.
Basta recordar que en el año 1834 se inicia la construcción del Cementerio de Torrero o se dota de un servicio constante y más amplio y organizado para los Bomberos de Zaragoza.
Toma forma definitiva el Paseo de Independencia, la Plaza de España y se construye el primer edificio de la Diputación Provincial, desplazando el centro de la ciudad hacia la zona exterior de su muralla romana, la actual zona entre Plaza España y Plaza Aragón, preparando la ciudad para el crecimiento que impulsa el arquitecto José Yarza al recibir en el año 1846 el encargo de una especie de Plan de Ordenación Urbana que plasmó en un plano conocido como el del año 1861, con la posterior creación de la calle Alfonso en el año 1866. Zaragoza va tomando la forma que hoy vamos conociendo en su zona centro.


 En la imagen del plano actual, se puede ver en verde la zona de huertas y recreo de la Huerta de Santa Engracia y del Convento de Santa Catalina y en morado el primer Parque Botánico que tuvo Zaragoza.