Que la fusión entre la CAI, Caja Círculo y Caja Badajoz formando Caja3 era negativo para la CAI aragonesa no es nada nuevo y se avisó hace ahora un año cuando se aprobó la mezcla con la bendición de la iglesia, que por cierto, de bancos no es que entienda mucho.
Someter a pruebas de estrés europeas a Cajas de Ahorros pequeñas y en procesos de fusión y adaptación no es de inteligencia social ni económica, pero nos gusta jugar a dar alimentos a los tiburones financieros.
En París o Berlín no dicen que una pequeña Caja de Ahorros de Badajoz o de Burgos o de Zaragoza ha suspendido. Dicen que cinco de ocho bancos en toda Europa, son españoles.
Los bancos son uno de los pilares sobre los que —nos guste o no— se asienta el actual sistema social y político. Y someterle a tensiones gratuitas es de imbéciles. Las reacciones de las personas —que son los clientes además— serán las lógicas y previsibles, sobre todo en el medio plazo, lo que deja en muy mal lugar a estas entidades, que además no reciben ningún premio a cambio de intentar desde España ser más trasparentes que el resto de países europeos. ¿Para qué?
Aragón debería jugar mejor con sus entidades financieras, aunque en apariencia sean privadas. Más que nada para evitar errores. Y el Gobierno de Aragón debería estar algo más listo para cuidar "sus" cajas mientras sean de Aragón.