La restauración del edificio de la Plaza de España de Zaragoza junto al
Palacio de la Diputación y propiedad de la misma, ha sido un acierto y enmarca
nuestra Plaza de España con un bello edificio, limpio y restaurado, puesto en
más valor, cerrando una plaza que no siempre ha tenido aciertos en el diseño de
sus edificios. La imagen del conjunto ha ganado con la incorporación del
tranvía, pero no tanto por ser finalmente un diseño ideal sino por la enorme
dificultad que tenía para incorporar las vías y el trazado del tranvía y no
destrozar la plaza hasta convertirla en un lugar de paso de vehículos. Me
consta que hay intentos serios para restarle espacio peatonal a la misma, para
dar salida a los autobuses hacia el Coso alto, atravesando la zona que ahora es
peatonal en paralelo a la zona del Tubo. La Plaza de España es algo más que una
plaza, es “la plaza” central.