Las Balsas de Ebro Viejo de Zaragoza son el cauce viejo por
el que discurrió el río Ebro a partir del año 1380, cuando unas grandes riadas
desviaron el cauce habitual del Ebro a su paso por nuestra ciudad. En aquel
siglo XIV hasta cuatro grandes avenidas llenaron el Arrabal de lodos y aguas,
siendo el que en el año 1380 formó una especie de galachos (que se mantuvieron
más de un siglo con cauce modificado) y el que alcanzó más fuerza hasta lograr
desviar el Ebro de su cauce más conocido.
Aquellos galachos que poco a poco se fueron secando, sí se
mantenían húmedos constantemente a través de una acequia de la que recibía
agua, lo que les permitía ser empleados como zona común de la ciudad para sacar
barro para los tejares cercanos, como zona de pastos pues se habían ido
convirtiendo en un soto con árboles y para tener agua para los lavaderos del
Rabal.
Curiosamente aquella zona además de ser de propiedad común,
lo era también en algunas parcelas de propiedad de la iglesia y de
particulares, y digo que curiosamente por que consta que aquellos campos eran
conocidos también en aquel siglo XIV como el Soto de la Mezquita por pertenecer
en siglos anteriores a la Mezquita Mayor de Zaragoza.
La imagen de la riada es del año 1961