En Zaragoza tenemos dos centros históricos separados por un Puente de Piedra. El centro histórico más conocido y reconocido alrededor del Mercado Central y desde este hasta el Coso Bajo y el pequeño centro histórico del barrio del Rabal.
Es pequeño, poco poblado como todos los centros históricos, aunque bastante recuperado y rehabilitado. Está escondido en la entrada del barrio del Rabal, a su izquierda, y conserva edificios muy interesantes.
Lucha por su conocimiento, por su puesta en los presupuestos y en las decisiones del Ayuntamiento, y mientras tanto sigue enseñándonos unos rincones curiosos y muy fotogénicos. Sería el gran desconocido de una Zaragoza que mira más a sus edificios modernos e inmensos antes que a los restos de su historia.