Los vecinos del barrio de Juslibol de Zaragoza han vuelto a reclamar este domingo al Ayuntamiento de Zaragoza que solucione el problema existente con la acequia que recorre alrededor de 500 metros en el centro de su barrio, sin ningún tipo de protección. La acequia discurre desde el comienzo de la pedanía, paralela a la calle Zaragoza, hasta las inmediaciones del Galacho de Juslibol. Los habitantes del barrio han expresado la inseguridad y el miedo que sienten por los niños pequeños.
El portavoz y concejal de Chunta Aragonesista en el Ayuntamiento, Juan Martín, que visitó la acequia junto a los vecinos, ha asegurado que en los últimos años “ha caído la inversión en todos los barrios rurales de Zaragoza en más de cinco millones de euros”. Ante esta situación…
, el portavoz ha añadido que “el abandono en algunas infraestructuras afecta directamente a la seguridad de los vecinos”, como sería el caso de Juslibol. Juan Martín ha afirmado que conforme va habiendo crecimiento urbano, “una de las obligaciones que se impone a los promotores es tapar esas acequias para que discurran por otro trazado o cuenten con protección”. Por este motivo, el portavoz ha asegurado que son dos las peticiones que se harán al Ayuntamiento zaragozano.
La primera y más urgente de todas es que “haya una valla que impida el acceso de los niños” a los lugares más peligrosos.
La segunda, aunque sea más costosa y lleve más tiempo de espera, es “cubrir la acequia” para evitar cualquier tipo de problemas.
Por su parte, los vecinos del barrio han instado al Ayuntamiento a que “se tome en serio” el problema y ponga protección para sus hijos e hijas. Han expresado el estado de inseguridad e intranquilidad en el que se encuentran debido a la longitud de la acequia y el elevado número de puntos peligrosos que hay a lo largo de todo el centro de la localidad de Juslibol.
Los habitantes han asegurado que llevan reclamando una solución a su problema desde el año 2008, cuando realizaron la primera queja por escrito al Consistorio. Uno de ellos ha explicado que hace seis meses, el alcalde, Juan Alberto Belloch, visitó el lugar y se comprometió a solucionarles el problema. Sin embargo “en seis meses no han hecho nada, ni si quiera poner cintas amarillas de seguridad”, aseguraba el mismo vecino.
El resto de vecinos han coincidido en que se sienten “impotentes” y “cansados de que no se haga nada”. Finalmente, han añadido que el día que las autoridades acuden al lugar y sale la información en prensa, televisión o radio “se comprometen y, luego, la realidad es que no hay nada”.