El acceso a la banda ancha es imposible en algunas zonas aragonesas, donde casi ni llega internet a los hogares, la televisión básica con dificultades y la velocidad de acceso es irrisoria. No digamos ya el internet público para zonas de muy pocos habitantes, donde no se tiene en cuenta ni a los posibles turistas que llegarán y con ello ni los accesos más básicos en la actualidad de sanidad, comercio, etc.