El Director General de Tráfico culpa a los conductores por no haber tomado precauciones y a la empresa concesionaria por no cerrar la autopista. El ministro de Fomento culpa al primero y,los de la autopista dicen que actuaron bajo la supervisión de Fomento. Ante todo congratularnos, más allá del frío que tuvieron que soportar familias enteras, que en ese mal trago no hubo que lamentar algo peor. Cierto que visto desde fuera, la culpa hay que repartirla entre el director de la DGT, el ministro y la concesionaria ya que son los mayores responsables del caos vivido ese día.
Pero hay una responsabilidad mayor, la de velar por nuestra propia seguridad. A través de los medios de comunicación que hoy tenemos a nuestro alcance éramos conocedores del temporal de lluvia y nieve para esa fecha. Conducir en esas circunstancias, especialmente para conductores no expertos, es un grave riesgo. No digo que eso fuese el principal detonante de semejante atasco, seguramente habría personas que por obligaciones no tuvieron más remedio que coger el coche.
Por mi experiencia como conocedor de nuestro Pirineo y de su acceso en época invernal, me demuestra que hay que dejar el coche en casa con temporal
Es obvio que hay que llevar cadenas, saberlas instalar, neumáticos en buen estado, depósito de gasolina lleno, y ropa y calzado adecuado. Sin embargo, esos mínimos de seguridad no la cumplimos todos.
La vida es una experiencia en curso, y cada día aprendemos algo, lo pasado este fin de semana debe ser para todos un punto de inflexión y que esa situación caótica no se vuelvan a repetir.
Daniel Gallardo Marín