La actual crisis, el
aumento del número de personas parados y las dificultades para encontrar un
nuevo empleo están lanzando a muchos zaragozanos a probar montando nuevos
negocios que vienen a cubrir los cierres que también se producen en Zaragoza, también
en un número muy importante. Estamos en tiempos en los que la rotación de los
negocios son muy abundantes.
Han aumentado el número
de nuevas licencias de apertura que conceden el Ayuntamiento de Zaragoza y que
en lo que llevamos del año 2012 —desde enero hasta el 30 de septiembre—, ha
representado un incremento del 10,4% sobre el año 2011. Un aumento aún más
relevante si tenemos en cuenta que se ha producido sin contar la licencia dada
a todos los comercios del nuevo centro comercial de Puerto Venecia.
En ese periodo se
concedieron un total de 1.485 licencias entre las que necesitan solo de una
comunicación previa y las que requieren de licencia de obras para acometer
obras mayores y luego autorización para abrir. La diferencia es la agilidad con la que se
tramita y, de hecho, en algunos de estos casos, el expediente se lleva
gestionando desde el año pasado y ha culminado en el presente ejercicio y por
eso se contabilizan en el año 2012. Los más numerosos son, precisamente, los
que requieren solo de una comunicación previa para la apertura. Porque requiere
solo de obras menores y la autorización llega mucho más rápida. En este caso,
se han concedido 1.065 licencias, mientras en el 2011 fueron 946, por lo que el
incremento es del 12,5%.
Las más complejas, las
que necesitan una licencia de obras y otra de apertura, también han aumentado,
pasando de las 398 del año pasado a las 420 de este. Y se prevé que a final de
año la cifra aumente, porque la apertura de Puerto Venecia este año puede
disparar los registros en diciembre, ya que desde el consistorio se entiende
que este va a significar "un gran revulsivo" para la iniciativa
privada.
El consejo es que se
valore bien todo tipo de iniciativa privada de negocio, que es una excelente
decisión para crear autoempleo y riqueza, pero que debe contar con un plan de
viabilidad y negocio, básico al menos, para evitar en alguna medida fracasos en
las inversiones.