Van a ser unos presupuestos duros, muy duros sobre todo según vayan avanzando los meses. No hay inversión, no es posible endeudare más, está prohibido el déficit, no hay seguridad en los ingresos, incluso existen las grandes dudas de que este presupuesto sea real, pues depende mucho de la marcha de la economía en general e incluso de algunas medidas que desde Madrid pudieran darse y que afectarían a las decisiones tomadas ahora. No hay que olvidar que el 33% del presupuesto del Ayuntamiento de Zaragoza depende del Estado que puede optar con modificar, retrasar o imponer normas diferentes sobre estos ingresos y sus usos.
Será un presupuesto firmado presumiblemente por CHA e IU junto al equipo de Gobierno y fuertemente criticado por el PP en un juego complejo de oposición siendo este mismo partido quien de alguna manera toma las medidas que impiden otro tipo de presupuesto para todos los ayuntamiento de España.
No existe refinanciación posible de la deuda a largo plazo, lo que convierte a todos los ayuntamientos en unos gestores de crisis a corto plazo con serias tensiones de tesorería, de caja, al no tener seguros ningún tipo de ingresos. No es posible vender suelo en estas circunstancias pues nadie quiere comprar y además no se sabe en estos momentos cual es el precio real de este activo que se empleaba mucha veces para cuadrar contabilidades municipales.
Se necesitarán ingresos suplementarios durante este año 2012 si se quieren cuadrar las cuentas, es decir pequeños milagros que nunca llegan y que presumiblemente habrá que cuadrar con subidas de impuestos o tasas según sea la necesidad, algo de lo que es un maestro un PP que modifica sus propios presupuestos generales a los 5 días de presentarlos. Pero mientras estos nuevos presupuestos para el Ayuntamiento de Zaragoza llegan, habrá que soñar con que algo debería mejorar la economía en general, aunque otros vaticinan que todavía hay margen para empeorar.
No se van a rebajar los presupuestos de Acción Social y Juventud, aunque si es cierto que en Juventud algunas cifras cambian de sitio y otras desaparecen por ser asuntos específicos ya caducados. Del total del presupuesto, comparado con el del 2011 se rebaja un 5,5% su cuantía total. Puede parece poco, pero si tenemos en cuenta que las grandes partidas son fijas e inamovibles como personal o mantenimientos, etc., podemos imaginar que hay partida que desaparecen y otras que sufren recortes del 50% o más. Nada de inversión, repito.
Del total del presupuesto, un 11% se escapa para pagar a bancos y deuda, que además estamos en periodos de carencia en algunos casos. Los próximos años pueden ser peores. Cantidades excesivas pero inevitables pensando que gran parte de la financiación de todos los ayuntamientos prevenía de la actividad inmobiliaria y esta ha desaparecido casi por completo.
Pensando que el presupuesto del año 2011 no se ha podido cumplir en 18 millones por falta de dinero en caja e imposibilidad de endeudarse más, es previsible pensar que a partir de septiembre de 2012 volverán las tensiones de tesorería, según como vayan entrando o no, los ingresos necesarios. A todo esto hay que sumar que la propia DGA está recortando en gastos ordinarios que afectan directamente a servicios que hasta la fecha ofrecía y organizaba el Ayuntamiento de Zaragoza, lo que colocará en una compleja posición a este, pues o tendrá que explicar muy bien que los recortes no son de su presupuesto o tendrá que asumir más gastos ordinarios, imposibles hoy de prever.