Cierran los
Cines Renoir en Zaragoza tras 15 años de buen cine en unos locales del
Audiorama, emblemáticos por proyectar un cine algo diferente, con películas en
versión original o con títulos algo menos comerciales que el resto de salas de
Zaragoza. La bajada de espectadores era una constante por muy diversos motivos.
La crisis, el exceso de oferta gratuita, el aumento de la calidad audiovisual
en los hogares actuales, la pérdida del sentido familiar del cine y en muchos
casos aunque no en este, por la pérdida
de calidad de las películas e incluso de la incomodidad de verlas llenas de
ruidos.
El precio de
la entrada también juega en contra de la viabilidad de este tipo de negocio,
que ahora tienen que hacer frente todos ellos a una inversión de unos 100.000
euros por cada sala, para convertirlos en digitales.
Pero sin
salas de cine que ofrezcan proyecciones “diferentes” no será posible creer en
el cine como oferta cultural y simplemente será una forma de ocio más, en el
que no tendrán cabida trabajos artísticos recientes. Cines Renoir cierra en Zaragoza
y deja un hueco en el oasis que representaba una manera diferente de entender
la proyección cinematográfica. Nadie lo intenta en muchos años.