Ya tenemos las primeras imágenes de cómo quedará el tranvía en su segunda fase, al paso por la Plaza Aragón y el Paseo de la Independencia. Encaja perfectamente con la idea original de restar tráfico por el centro de Zaragoza, aunque sin duda producirá dolores a taxistas, repartidores y autobuses urbanos que todavía tengan que pasar por las calles del centro de la ciudad; aunque la gran duda es si sería más razonable o no, que el tranvía circulara pegado a las aceras o desviado hacia el centro de la calzada al paso del tranvía por el Paseo de la Independencia. Personalmente veo pros y contras en ambas versiones. Me gustaría el tranvía más cerca del ciudadano, lo que separaría el paseo peatonal del vehículo privado y facilitaría la subida y bajada de usuarios. Aunque la gran duda es saber cómo quedará la Plaza de Basilio Paraíso, que puede ser el gran dilema en esta segunda fase. Se planteará con seguridad la supresión de la fuente que es emblema de la ciudad, para pulsar y analizar qué opinan los ciudadanos.