9.9.12

Los autobuses de Zaragoza ya mandan globos sonda para su futuro

Se van esbozando apuntes, gritos al aire, de lo que podría ser la nueva contrata con una (¿nueva?) empresa para los Transportes Urbanos de Zaragoza.
Todo apunta a que el equipo de gobierno ya tiene muy ultimados estos esbozos e incluso (y según mi opinión) qué empresa es la que debe gestionar estos negocios suculentos.
Estamos hablando de 15 años de acuerdo, con un contrato que puede suponer unos 1.500 millones de euros de expectativa de negocio. ¿Qué os parece la cantidad?
Se habla de rebajar desde el 15% de beneficio industrial a un 7%, cifra que en lógica de crisis todavía sería incluso mucho. Ahora firmarían todas las empresas del mundo mundial una garantía de que en los próximos 15 años iban a tener un 7% de beneficio, sucediera lo que sucediera. Este dato, si no hay una manera de controlar costes de la empresa desde dentro, no sirve de mucho. Para mi es fundamental que exista en contrato y por escrito con letras de oro, una forma para controlar muy bien todo lo que se va sumando en los costes empresariales, para así fijar el precio del kilómetro recorrido con arreglo a una verdad medible por todas las partes.
Pero hay dos datos de este globo sonda que no deben quedar en el olvido. El primero es sencillo. Se solicitará que durante dos años la empresa adjudicataria “preste” al Ayuntamiento lo que no se le permite conseguir en los bancos tradicionales. Da igual como se llame a este préstamo, para que no parezca un préstamo. La empresa dejará de cobrar durante dos años y cobrará algo más los 13 restantes, con un interés que se determinará. En este juego de dineros entrará también la actual deuda que hay entre Ayuntamiento y Tuzsa, que se renegociará a la baja, dependiendo de que empresa es la que al final se queda con el bombón.
El segundo dato y más crudo de tragar para los zaragozanos es la bajada de los kilómetros que cada año hacen los autobuses urbanos de Zaragoza, en más de 5 millones, según el globo sonda.
Esta cifra dice poco si no se analiza un poco por dentro. Si se hace el análisis para adivinar de donde vendrán esos 5 millones de kilómetros menos, entran temblores.
Es cierto que en Zaragoza el diseño de las líneas de autobuses dejan maniobra para ser ajustadas con criterios más lógicos que los actuales, sin que se pierda calidad en el servicio. Pero nunca en un 23% del total de kilómetros año. Para poder bajar a ese 23% menos de kilómetros, hay que reestructurar líneas es decir quitar y poner, revisar trayectos en cada línea para que no entren en los interiores de los barrios, bajar frecuencias en todas ellas, ajustar servicios en los fines de semana, cerrar algunas líneas y abrir otras nuevas más cortas que hagan de trasbordos entre zonas alejadas y lugares diseñados como intercambiadores, etc. Y aun así no me salen tantos kilómetros de menos. Efectivamente, se negociará con los barrios y se acordará bajarlos hasta un 15% para decirles que creemos en la participación, cuando en realidad nos hemos inventado ese 23% para luego tener maniobra de negociación. En fin.
Algunas de estas modificaciones son inevitables y lógicas, pues sin entrar a detallar algunos errores, no es lógico pagar dos kilómetros de cada viaje de autobús, para que el vehículo evite que los 2.000 vecinos de un pequeño barrio no anden 1500 metros, cuando el uso de este autobús es mínimo en esta zona. Y no doy detalles de la zona para evitar conflictos.
El criterio es rediseñar todo el servicio. Rediseñar sería hacerlo con criterios profesionales, olvidándose de todo lo que ya tenemos, y pensando en su eficacia. Pero para eso hacen falta arrestos, y no los hay. Y de no haberlos, saldremos perdiendo todos, los primeros los zaragozanos. Se necesita trabajar muy bien y mucho en este tema, con la participación de personas que tengan criterio de ciudad y no de barrio (y lo siento), pues no se trata de resolver MI problema, sino EL problema de un servicio imprescindible que hoy es casi inasumible.
Pues no se nos debe olvidar que hay dos maneras básicas de cuadrar las cuentas del transporte urbano de Zaragoza.
Bajando la calidad del servicio.
Subiendo las tarifas.
Si no somos capaces de hacerlo bien, al final se emplearán una de las dos formas básicas para resolver el asunto. Y las dos son muy malas.
Si de los 120 millones de viajeros anuales de Zaragoza, seguimos con un 25% de viajes gratuitos, nos vamos a una subida inevitable del precio del billete de 50 céntimos. Si, 50 céntimos para todo tipo de billetes que pagamos el 75% de los que pagamos. Una subida del 70% en el precio del billete normal, del billete de tarjeta, de los abonos. ¿Seríamos capaces de soportar esa subida? O lo que es peor de asumir. ¿Seguirían subiendo 120 millones de viajeros si el precio del billete subiera un 70%? ¿quién es el suicida que se atreve a proponer una subida del 70% en el precio de autobús urbano de Zaragoza? Recordar que si no subimos 120 millones año al autobús, el precio sería mayor, pues hasta ahora se paga por kilómetro recorrido, vaya vacío o lleno. Y que por ejemplo la bicicleta ha bajado un gran número de usos del autobús, lo que ha aumentado el déficit. Y no estoy en contra de la bicicleta, sino apuntando un simple detalle real.
Estamos pues hablando de tener que pagar hasta 1,20 euros por cada viaje con tarjeta, si no se toman medidas de ajustes en la contrata nueva, en las líneas actuales, en la optimización del servicio, en el aumento o disminución de viajeros. Es pues inevitable tomarse muy en serio este asunto.
En Madrid el billete cuesta 1,5 euros; o si es con abono de 10 viajes a 1,22 euros. Si es con transbordo (como se hace en Zaragoza) a 1,83 euros el viaje con tarjeta de 10 viajes. ¿Veis como no estoy hablando de imposibilidades?
El abono anual cuesta en Zaragoza 341,63 euros. En Madrid oscila entre los 523,6 euros a los 950,4 euros según las zonas a las que te acojas con el abono. Diríamos que el más barato sería similar en tamaño recorrido al que se hace en Zaragoza. Pero en Madrid cuesta un 53% más. ¿Nos queremos parecer al consorcio público de Madrid gobernado por el PP? ¿o creemos que hay que cuidar el sistema de Zaragoza para que no caigamos en manos de un sistema que ya se está empleando en otras ciudades?