Las vacaciones del señor Alcalde de Zaragoza eran bien conocidas. Y sí, no me he equivocado, no hablo de la Alcaldesa actual Natalia Chueca Muñoz, sino que me quiero remontar a exactamente hace 100 años, para hablar de las vacaciones del Alcalde de 1924, Juan Fabiani y Díaz de Cabria, que estoy seguro ya (casi) nadie se acuerda de él.
Fue alcalde de Zaragoza, sí, nombrado Alcalde por el dictador Miguel Primo de Rivera al ser del mismo partido político, la Unión Patriótica, que curiosamente fue presentado en el año 1924 como él único partido permitido, pues contenía todo lo bueno de todos los partidos políticos.
El primero de octubre de aquel 1923 Juan Fabiani Díaz de Cabria fue nombrado alcalde de Zaragoza en sustitución del alcalde electo Basilio Ferrández Milagro. Con las Dictaduras se cambian los alcaldes para que sean del gusto del Dictador.
La orden recibida desde Madrid era muy clara: El resto de la corporación municipal de Zaragoza debía estar formado por personas que "ostentaran título profesional o ejercieran industria técnica o privilegiada y en su defecto los mayores contribuyentes" tal como recoge el libro de Actas del Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza de 1 de octubre de 1923.
Este Alcalde de Zaragoza que fue después en Logroño su Gobernador Civil, era un comerciante de productos agrarios. Y muy poco más sabemos de él. Sí, que murió en Zaragoza y que fue alcalde poco tiempo y que llegó a recibir la Gran Cruz de Isabel la Católica.
Fue miembro del Consejo de Administración de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad y de la Asociación de Labradores de Zaragoza en la Cámara de la Propiedad Rústica.
Este Alcalde de Zaragoza que fue después en Logroño su Gobernador Civil, era un comerciante de productos agrarios. Y muy poco más sabemos de él. Sí, que murió en Zaragoza y que fue alcalde poco tiempo y que llegó a recibir la Gran Cruz de Isabel la Católica.
Fue miembro del Consejo de Administración de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad y de la Asociación de Labradores de Zaragoza en la Cámara de la Propiedad Rústica.