Me llega desde Torrero esta imagen de la Zaragoza rota, la
Zaragoza sin recursos que poco a poco se nos va transformando en una ciudad
muerta.
Nos parece incluso común entender e ir asumiendo todo esto,
tenemos capacidad para mimetizarnos con el paisaje aunque sea malo, y de comprender
incluso las malas noticias. Somos así de irracionales.
Si no reparamos lo que se nos va desgastando en Zaragoza,
los arreglos posteriores costarán mucho más dinero, pero es verdad que ahora no
tenemos ni para reparar esto. ¿Qué nos ha pasado? ¿cómo hemos distribuido
nuestros presupuestos en estos años para llegar a estas situaciones? ¿en qué
quedarán los grandísimos edificios de la Expo tras muchos años sin utilizarlos?
¿cuántos nos costaron para nada?