El Convento del Santo Sepulcro en Zaragoza es un ejemplo más
de los lugares escondidos o poco visitados que seguimos teniendo en Zaragoza,
tras perder no pocos monumentos artísticos de calidad bien por guerras bien por
desidias.
Fundado en el año 1276 por la Marquesa Gil de Rada que era
hija natural de Teobaldo II, Rey de Navarra, y edificado en los años
posteriores junto a la murallas romanas que todavía se conservaban (y se
conservan) en la zona este de Zaragoza y sobre unos terrenos de su propiedad.
Es en un principio un convento para damas de cierta
importancia real que decidían (o las decidían) trasladarse a una vida monástica
en un convento de cierta calidad.
Aquellas obras duraron un siglo, pues aunque era un lugar
para hijas de importantes nobles, una cosa eran los hijos y otra bien distinta
las hijas. Obras que continuaron con los
siglos, incluso con la intervención de Ricardo Magdalena que hace toda la
fachada que da hoy a la calle Teobaldo.
Destacan de su interior su claustro y su cripta, aunque el
retablo mayor esté en el Museo de Zaragoza, obra de Jaime Serra.
Todos los lunes a las 11 de la mañana se ofrecen visitas
guiadas al interior del Convento del Santo Sepulcro, interesantes pues es un
edificio que muestra restos mudéjares de un convento muy bien conservado del
siglo XIV sobre una zona que en su subsuelo todavía conserva restos de la época
romana.