He tenido la
suerte de asistir a las Primeras Jornadas sobre Municipalismo que Espacio
Plural ha realizado en Barcelona este fin de semana. Sencillamente fabulosas
tanto las intervenciones de profesores de la Universidad de Cataluña (sobre
todo la de Joan Subirats) como los talleres para debatir “El futuro de los
gobiernos locales, entre la recentralización y la subsidiaridad”, “Los
servicios públicos para pueblos y ciudades inclusivas”, “Municipios y
sostenibilidad territorial” o “Radicalidad democrática, una nueva democracia
para un nuevo municipalismo”.
Estamos
en un tiempo de crisis, de cambio de modelo, pero con problemas comunes en la
relación con la sociedad que necesita siempre que sus problemas sean bien
gestionados, con limpieza, con eficacia, con claridad e información, de forma
“barata”, con participación pero entendiendo la participación desde un enfoque
más moderno, más adaptado a las nuevas realidades de implicación social, de
interacción con la sociedad.
Detectar
en los talleres, que tus problemas en Delicias, La Jota o Las Fuentes son
similares o incluso iguales a los de Valencia, Hospitalet o Palma de Mallorca
es un lujo, pues nos indica que no son tan complejas y personalistas las
soluciones, que es todo más predecible y por ello más sencillo, y que el
trabajo social muchas veces se basa “también” en poner en valor el respeto
político y el trabajo simplemente bien hecho. Lo complejo con la que está
cayendo tras la que ya había caído antes, es lograr que se respete al político
como un gestor válido sobre el que confían las personas. Trabajamos para los
ciudadanos, muchos de nosotros de forma voluntaria y altruista, y es
imprescindible que ellos (vosotros) empecéis a confiar “un poquito” en vuestros
políticos. Sí, lo sabemos. Es muy complicado, pero eso es lo interesante.