Se inauguró en 2008 con 5.000 animales y según se dice y publica ahora, en dos años y medio ha perdido 3.500 ejemplares, lo que nos da una primera imagen de su estado actual tras la Expo 2008. El precio de entrada general es de 14 euros, precio que a priori parece alto, pero con el que no se pueden cubrir gastos pues el número de visitas es bajo.
Su ubicación, alejado de los circuitos turísticos más visitados en Zaragoza, en la zona de la Expo que casi tres años después de su apertura continúa vacía por mucho que se ha realizado un gran trabajo de acondicionamiento de los viales pero insuficiente como atractivo para gente ajena al barrio del Actur o Almozara más esporádicos visitantes del resto de barrios.
Los tiempos son muy complejos para encontrar soluciones viables que hagan más atractivo el Acuario de Zaragoza, pues casi resulta imposible pensar en nuevas inversiones privadas para dotar de más actividad al Acuario. Aparecen noticias sobre seguridad, higiene o falta de materiales básicos que hacen preocupar por el futuro de lo que nació como muchos otros edificios en aquellas fiebres de la Expo 2008, sin pensar en el futuro.