En Aragón y tras la Expo del 2008, los indicadores económicos de la comunidad se desplomaron y siguen hundidos y sin esperanza de recuperación en el corto plazo. Se apunta incluso que la cifra del desempleo en Aragón podría subir algo durante 2012, o cuando menos mantenerse en las cifras actuales que son de un 17,4% y que la economía apenas crecerá un 1% el año 2012. Un dato muy escaso para recuperar el ya muy maltrecho mercado laboral.
Como dato positivo de este 2011 es el aumento de nuestras exportaciones que entre abril y junio repuntaron el 21,3% respecto al mismo periodo del 2010. Esto ha convertido al sector exterior en un gran salvavidas para Aragón. "El débil crecimiento de la economía aragonesa se ha apoyado por completo en el sector exterior”. Claro, que son datos del segundo trimestre del año, cuando las grandes economías europeas todavía crecían a un ritmo aceptable, antes de este nuevo parón productivo que se está dando en el segundo semestre de un 2011 del que se esperaban mejores datos.
El Boletín de coyuntura económica , elaborado por el Gobierno de Aragón, apunta que el "principal riesgo" que afronta Aragón es que "la desaceleración de las grandes economías receptoras de las exportaciones regionales se convierta en recesión, lo que reduciría con mayor intensidad el ritmo exportador y, como consecuencia de ello, el ritmo de actividad del sector industrial", gran baluarte actual del pulso económico aragonés.
Se descarta el escenario de recesión, siempre y cuando no se desencadene la tormenta brutal: agravamiento de la crisis de deuda pública en Europa, empeoramiento de la situación en Grecia y un deterioro del consumo en el viejo continente.
Otro de los factores negativos es el deterioro del consumo privado pues sin consumo interno disminuye la capacidad de recaudación y de generar empleo por parte de las empresas, que también muestran un descenso en sus inversiones.
"La debilidad del consumo interno no está justificada" entre quienes mantienen sus ingresos intactos, pero el miedo es grande y todos los que pueden gastar han entrada en una recesión mental que les impide gastar lo que antes hacían. Si no se recupera la confianza y el consumo interno la salida de la crisis será muy lenta y sin fecha clara. En el segundo trimestre del año 2011 el consumo de los hogares aragoneses cayó el 0,8% y la inversión en bienes de equipo, el 2%. A su vez la construcción siguió en caída libre con un negativo del 6,4% en el segundo trimestre. La inversión del sector se desplomó el 11,4%. Solo la industria tiró de la economía, al repuntar un todavía escaso 3,8%.