Las obras de restauración de la iglesia parroquial de la Purísima Concepción del barrio de La Cartuja Baja recibieron ayer el impulso definitivo con la firma por parte de CAI de un convenio por el que aportará 900.000 euros (600.000 este año) para su restauración. Las obras, que realiza Acciona, comenzaron el miércoles pasado, y el objetivo es concluir la obra para los últimos meses de 2012. Se sufragan con presupuesto del Arzobispado y el Gobierno de Aragón, además de la aportación de CAI.
"El principal problema que sufre es de cimentación —aseguraba ayer el arquitecto Teodoro Ríos, que ha redactado el proyecto de intervención—. Tanto, que creo que se empezó a hundir el mismo día en que se terminó. Desde hace un año estamos midiendo los movimientos de la iglesia en cinco puntos concretos y no hay ninguna duda: la iglesia se está hundiendo". El templo lleva cerrado al público desde 1990 y, aunque se han realizado diversas intervenciones (torres, cubierta...) no han permitido su reapertura, ya que el problema de la cimentación aún persiste. En él se centrará Teodoro Ríos.
"Vamos a hacer un micropilotaje hasta 15 metros de profundidad; es la única opción que teníamos". La iglesia se asienta sobre un terreno con alto contenido en yeso, que con el agua se va diluyendo, y con la técnica del micropilotaje se va 'cosiendo' la cimentación y trasladando el peso del edificio a un terreno más seguro, en este caso a 15 metros de profundidad, asegura Teodoro Ríos.
Una vez solventado el problema de la cimentación, se emprenderá la restauración integral del edificio. Se resolverán las humedades, se rehará el pavimento, se recuperarán los arcos con fisuras, se dotará al edificio de un nuevo sistema de iluminación interior y exterior, se restaurarán las campanas y se instalarán sistemas de protección contra las palomas y las cigüeñas. Además, el proyecto incluye la limpieza y restauración de bóvedas y cúpulas, que ha sufrido deterioros pero que no son graves, ya que se va a trabajar más que nada en la limpieza y la consolidación. Otro punto importante de la intervención es que en las capillas del claustro se va a realizar un centro de interpretación que contará al visitante la historia del edificio. Y por último, se va a reconstruir el retablo. Y es que la iglesia, lógicamente, se restaura para ponerla nuevamente en uso. Desde que se cerró al culto, las ceremonias religiosas vienen celebrándose en el antiguo cine de La Cartuja. En las obras, que si no surgen imprevistos estarán concluidas a lo largo de 2012, se van a invertir tres millones de euros.