23.8.25

La historia imposible de San Jorge


En esta pequeña estampa, vemos al galante guerrero que luego llamaríamos San Jorge, salvando a la bella hija del Rey de Silca en Libia, de la fiereza del dragón que representa el mal. La bella joven, desvalida, que para eso lleva el corderito a sus pies, representa el bien, aunque sea la hija de un Rey. 

Esas cosas suceden todavía. Entonces mucho más.

El dragón que era un cabroncete jugaba a joder al Rey amenazándole con destruir su ciudad —que me lo ha dicho él mismo, que todavía vive en el infierno— pero en plan de: aquí te pillo y aquí te mato.

El monarca horrorizado ofreció al dragón todas las enormes pertenencias materiales que tenía en su castillo a cambio de la vida de su hija. 

El pueblo —que también son ganicas de joder— se indignó de aquellas palabras reales y exigió al Monarca que entregara a su hija al dragón y punto pelota, ya que ellos habían perdido a sus hijos y seres queridos durante los ataques del dragón a la población.

Y aunque el rey no quería aquella muerte horrible para su hija, comida a bocados por el bicho verde, optó por entregarla para apaciguar los deseos del pueblo, y el monarca aceptó ofrecer a la princesa, para hacer caso a la justicia de los hombres. 

Todo con tal de seguir él de Monarca Absoluto.

El Rey ante el temor de que el dragón siguiera atacando la ciudad, la bendijo y dejó afuera de las murallas a su hija para que el dragón la recogiera. Yo más bien creo que lo que pretendía el dragón era otra cosa, pero bueno, comérsela nos sirve, pues todo es leyenda. 

Si acaso el dragón se comería el cordero, y luego se tomaría una siesta con la Princesa, que los dragones también duermen.

San Jorge que en ese momento llegaba a la ciudad, se encontró con la bella joven a la que le preguntó que ocurría puesto que lloraba desconsolada. La doncella le respondió como pudo, contándole los líos de su padre Rey con el Dragón malvado. 

San Jorge le ofreció su ayuda y en ese momento, llegó el dragón enfurecido que salía del lago donde vivía. 

 —¿Me vas a joder la merienda?— dicen las leyendas que preguntó el dragón con voz ronca y muy seria

Rápidamente San Jorge montó sobre en el caballo, sacó su lanza y con mucho coraje, se le enfrentó cara a cara al animal hambriento, y una vez partida la larga defensa sacó su espada para rematar al bicho. 

Una vez que ya pudo controlar al animal se acercó a la princesa para contarse sus cositas de luchador. 

Los vecinos del pueblo que habían seguido la pelea desde las murallas salieron a ver muerto al dragón. Cargaron en carro a la bestia mitológica y todavía viva, adormecida a causa del impacto del caballero cristiano con su espada.

En realidad San Jorge lo que pretendía era que todos los vecinos se hicieran cristianos y les dijo delante de su Rey que todos tenían que elegir. O mataba definitivamente al dragón con su espada o lo dejaba vivo. 

Pero que a cambio todos se tenían que convertir al cristianismo.

Aquel Rey dijo que sí a todo, y San Jorge remató al dragón verde, pero luego se volvió atrás. Como muchos reyes de siempre. Y detuvo a Jorge antes de ser Santo.

Y eso que lo que les mandaba San Jorge al Rey y a sus súbditos era muy sencillo de cumplir: Crear una iglesia al Dios cristiano en aquella ciudad, ayudar a sus sacerdotes en sus trabajos, asistir regularmente a misa y proteger a los pobres y necesitados.

Como es lógico el Rey mandó torturar y matar a San Jorge. Lo que demuestra que al final, más fuerte que el dragón es el Rey. Para que no nos hagamos ilusiones.

En España, dicen que San Jorge vino de la mano del rey aragonés, Pedro I, que parece ser, que se le apareció durante la batalla de Alcóraz (Huesca) en el año 1096. Varios siglos después de muerto el conocido San Jorge. Para eso es santo ¿no? y los santos se pueden aparecer cuando ellos quieren.

I Exposición Nacional de Aerofilatelia se celebró en Zaragoza


La I Exposición Nacional de Aerofilatelia se celebró en Zaragoza en el año 1949, coincidiendo con las Fiestas del Pilar de aquel año y dentro de los actos de promoción de la ciudad. El evento se organizó en el recinto de la Feria Oficial y Nacional de Muestras de Zaragoza cerca del Parque Grande, que había abierto sus puertas pocos años antes, en 1941, y se consolidaba como un gran escaparate de carácter cultural, industrial y comercial. 

Con motivo de la exposición, se emitió una serie especial de viñetas conmemorativas en cuatro colores —azul, rojo, marrón y verde— que representaban la afición a la aerofilatelia, una disciplina filatélica dedicada al coleccionismo de sellos y correspondencia relacionados con la aviación y el correo aéreo. 

Estas emisiones no eran sellos postales de curso legal emitidos por Correos, sino viñetas privadas conmemorativas, utilizadas como recuerdo de la exposición y muy apreciadas hoy por los coleccionistas especializados.

La muestra tuvo gran repercusión en el ámbito filatélico español de posguerra, ya que era la primera exposición en España dedicada exclusivamente a la aerofilatelia, disciplina que había alcanzado relevancia internacional tras la Segunda Guerra Mundial gracias al auge de la aviación civil. 

Durante el evento se exhibieron colecciones privadas de gran valor, se realizaron conferencias y se organizaron actos en colaboración con las autoridades locales y la Sociedad Filatélica Aragonesa, que desempeñó un papel clave en su impulso. 

La I Exposición Nacional de Aerofilatelia de Zaragoza de 1949 marcó un precedente para posteriores celebraciones filatélicas en la ciudad, que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX continuó acogiendo importantes certámenes, consolidando así una tradición de Zaragoza como sede filatélica de referencia en España.



Caesaraugusta, histórica, teórica e idílica


No es posible vivir en Zaragoza sin admitir y admirar que fuimos romanos o que incluso antes de que sus militares jubilados de las guerras recibieran de regalo esta zona para montar una ciudad de calma, ya estuvieron los íberos con unas pequeñas localidades en ambas orillas del Ebro (sobre la zona del Boterón y sobre Juslibol), aprovechando estas zonas ricas para la agricultura, por la unión de tres ríos caudalosos, lo que les permitía también pensar en un Puerto Fluvial.

No sabemos qué señal nos han dejado en nuestras propias identidades aquellos Íberos, los Romanos, los Árabes o los Cristianos viejos venidos de media Europa, junto a Judíos, Franceses y Vascos. Somos mezcla, y eso es, entre otras cosas, algo maravilloso pues nos permite tener una personalidad más marcada, más abierta y a la vez algo temerosa para gestionar la auto defensa de lo nuestro.

En la siguiente página hay un dibujo de una Zaragoza o Caesaraugusta teórica, idílica y rectangular aunque nunca fue tan realizada con reglas, escuadras y cartabones. Pero nos puede servir como ciudad idealizada de lo que en realidad querían que fuera nuestra ciudad, su nueva colonia. 

Dicen que en los últimos días del año 14 a.C. posiblemente el 23 de diciembre, se decidió asentar en las tierras en las que estaba la ciudad íbera de Salduie, una colonia con el nombre de Caesaraugusta, en donde los nuevo colonos fueran habitantes de pleno derecho. 

Esa nueva Colonia Caesar Augusta se la encomendó Cesar Augusto a a su general y allegado íntimo Marco Vipsanio Agripa, quien organizó la fundación de la ciudad, y en donde mandaron a vivir a soldados veteranos de las legiones IV Macedonica, VI Victrix y X Gemina, licenciados tras la dura campaña contra astures y cántabros de una década antes.

Ni era casual el lugar ni la intención, pues se buscaba el doble deseo de garantizar la defensa del territorio Noreste e Interior de aquella España de la provincia tarraconense, a la vez que fijar en él la presencia de Roma. Zaragoza contaba con el estatus de colonia inmune, que le otorgaba determinados privilegios como el derecho a acuñar moneda o la exención del pago de impuestos.

La nueva colonia o ciudad ocupó una superficie de 44 hectáreas, delimitando una superficie de más de 900 x 500 m. en torno a dos ejes axiales de comunicación: el Decumano Máximo, actuales calles Mayor y Espoz y Mina y Manifestación, Este a Oeste, y el Cardo, que coincidía aproximadamente en su trazado con la calle de Don Jaime I Norte a Sur, aunque la finalización del Decumano en el límite sur sobre el actual Coso Alto, podría encontrarse en cualquier punto desde el Teatro Principal hasta la Puerta Cinegia (posiblemente más cerca de la zona del teatro) pues el trazado actual de la citada calle Don Jaime I en su mitad sur, data de una reforma del siglo XVIII. Las líneas rectas mandaban y marcaban desarrollos.

Una bella ciudad sobre la que hemos ido creciendo todos nosotros. Volveremos más veces sobre la Zaragoza romana, sin duda, y a explicar entre otros temas en dónde podría estar el nunca encontrado todavía Anfiteatro de Caesaraugusta, que haberlo tenía que haber, y que en este dibujo teórico se ha posicionado en las “afueras” del núcleo urbano amurallado, aunque hay varias teorías no documentadas en la actualidad.

Almacenes SEPU en la calle Torrenueva de Zaragoza


Los Almacenes SEPU de la calle Torrenueva de Zaragoza no fueron los primeros en nuestra ciudad en tener al menos dos plantas y ser considerados unos grandes almacenes de comercio, junto a Almacenes El Águila en la calle Alfonso o Juan García y Hermanos en la calle Cerdán, este último más pequeño pero también con dos plantas.

SEPU estaba ubicado en la calle Torrenueva 2, junto al Mercado Central, en lo que hoy es un gran Supermercado DIA. El edificio hacía esquina con Antón Trillo. Se levantó sobre el solar del palacio de los condes de Bureta por el Arquitecto: Miguel Ángel Navarro con un proyecto de 1935. Y se inauguró el 6 de marzo de 1936 con una apertura multitudinaria. Estuvo abierto hasta el año 2002.

En aquellos almacenes SEPU estuvo instalada desde su inauguración de 1936 la considera como la primera escalera mecánica en España; aunque algunas fuentes matizan que SEPU instaló escaleras en Zaragoza y Madrid y no es sencillo determinar cuál funcionó primero. Era una atracción que muchas personas no querían utilizar pues les daba miedo, por lo que seguían subiendo al segundo piso por las grandes escaleras de peldaños. Era en los primeros años más una atracción de la modernidad que un sistema para subir a la segunda planta en donde sobre todo se recuerda su sección de juguetes y vajillas o materiales para el hogar. Esta escalera todavía se conserva en el edificio, fuera de su lugar de uso, como elementos histórico.

En el año 1967 se construyó el segundo SEPU en Zaragoza: edificio del Paseo Independencia 8, obra de Ríos Usón y José de Yarza lo que sí supuso una gran obra en Centros Comerciales de ocho plantas y fachada moderna y diáfana, dejando el primer SEPU como un espacio ya obsoleto pero muy querido por los zaragozanos y gentes que venían de fuera a comprar a la zona del Mercado Central.

La empresa SEPU (Sociedad Española de Precios Únicos) fue fundada por empresarios suizos de origen judío en Barcelona en 1934. Siguiendo el modelo de los grandes almacenes populares estadounidenses y británicos, su gran innovación fue ofrecer multitud de productos a precios únicos, claros y asequibles. La apertura en Zaragoza supuso para los zaragozanos la constatación de que eran una gran ciudad con todas sus modernidades del momento.

SEPU fue protagonista de la vida comercial y social desde 1936 hasta 2002, transformando la forma de consumir y el tejido urbano zaragozano, con sus grandes escaparates y su ubicación en una zona comercial, hoy ya totalmente perdida.



18.8.25

Litografía en metal de Zaragoza, con un siglo de historia


Los pequeños detalles también cuentan para recordar nuestra ciudad, para ponerla en valor, para saber pequeños detalles de su historia o de los diversos puntos de vista que ha tenido y tiene. Somos una gran ciudad con un gran valor histórico dentro.

Esta es una chapa propagandística de nuestra ciudad, de Zaragoza. posiblemente la tapa de una caja de galletas, pero no lo tengo confirmado. Tendrá un siglo, más o menos.

Las primeras cajas de chapa (hojalata) para galletas con dibujos a color en las portadas comenzaron a popularizarse en España entre finales del siglo XIX y principios del XX, como una copia de los envases británicos y franceses—especialmente las latas decoradas de las galletas inglesas importadas que llegaban en el siglo XIX.

En los anuncios de prensa de 1869 ya se mencionaban las “bonitas cajas de lata decoradas” de galletas inglesas que, poco después, empezaron a ser imitadas por fabricantes españoles. En España sería lógico pensar en los años 20 del siglo XX, que es cuando se popularizó la litografía, pues antes eran casi siempre latas de importación.

La Puerta de Valencia, Romana o Alquibla, de Zaragoza


En las tres imágenes que vemos en esta entrada se observa la Puerta de Valencia de Zaragoza, también llamada Puerta Romana por ser la que en línea recta se podía interpretar como el camino natural hacia Roma, y que podemos observarla desde los dos lados, interior y exterior. 

Esta puerta también se llamó Puerta de Alquibla por ser a su vez la salida orientada hacia la Meca, como ciudad santa de los árabes. E incluso se la conocía como Puerta del Sol Naciente.

La primera imagen viendo la Puerta desde dentro, desde la Iglesia de la Magdalena, y la segundo viéndola desde fuera, desde el Coso. 

En esta última todavía se observa una tienda o comercio que actualmente es un bar. Hay que recordar que toda esta zona era el segundo Mercado de Zaragoza, tras el de la Puerta de Toledo, muy concurrido y con tenderetes que acompañaban a las tiendas fijas allí asentadas.

Las dos imágenes son del fotógrafo Santos Alvarez y Serra de alrededor de finales de 1866 o principios de 1867, pocas semanas o días antes de ser demolidas sus paredes y arco entre enero y febrero de1867, para dar a la plaza de la Magdalena el necesario desahogo y dejar al descubierto el frontispicio de la antigua Universidad de Zaragoza.

En el Museo arqueológico provincial de Zaragoza se conservan cuatro piedras sillares extraídas del derribo de este arco y sus edificios aledaños, leyéndose en todas ellas inscripciones romanas que nos muestran de que para ciertas obras públicas de Zaragoza se utilizaban piedras de la muralla romana que se iban desmontando.

Existen documentos que afirman que en el año 1155, en los laterales de la puerta, hubo dos torres que lindaban con viviendas particulares; en 1358 se realizaron obras de restauración; y en el año 1415 se produjo un incendio que afectó a la zona de su entorno. 

La puerta fue derruida casi en su totalidad durante los Sitios de Zaragoza (1808-1809) y erigida poco después, por su unión al Mercado de la plaza de la Magdalena que daba entrada, acorde con lo que dice José Blasco Ijazo. 

También en la propia Plaza de la Magdalena, en la zona izquierda mirando a la iglesia, se pueden ver sillares de esa puerta, que se conservan como muestra del lugar exacto de su construcción. En la fachada de un edificio declarado en ruina en el año 2025 y que espera ser consolidado por su valor histórico.

La estructura última de la Puerta de Valencia era sencilla, con arco de medio punto, de elevada altura para el paso de las caballerías y edificios adosados con balcones que se asomaban al Coso. 

Una imagen de esa puerta puede observarse en el mural pintado entre las calles Mayor y San Cristóbal, que recuerda su figura y recrea la vista al viandante en su paseo hacia el casco histórico y que dejo al final del artículo.

Nota.: La primera de las imágenes es de la Hemeroteca Municipal de Zaragoza










Establecimientos Álvarez estuvo en Zaragoza


Establecimientos Álvarez es hoy una empresa de distribución de productos y suministros de hostelería, con sede siempre en Oviedo y que a los zaragozanos no nos sonará a nada.. Hoy se dedica desde Oviedo a comercializar todo lo que sean productos para restaurantes y hoteles, vajillas, cuberterías, textiles, menaje, cristalerías, etc.

Su sede central siempre ha estado en Oviedo donde tenían una gran tienda, pero con sucursales en varias ciudades españolas. Y entre ellas un gran local comercial en Zaragoza. Su ubicación era entonces perfecta para unas familias con un nivel económico alto, y su espacio comercial era muy grande para aquella Zaragoza de tiendas pequeñas. 

Eran tiempos también en los que las nuevas familias hacían lo que se llamaba "El Ajuar" y en donde ya antes de las propias bodas se compraban cuberterías, vajillerías, y todo tipo de objetos para los servicios de cocina y comedor. Y efectivamente, luego en las semanas anteriores a la boda se hacían Listas de regalos y esta era una tienda de calidad alta para preparar esas Listas de Boda.

En la Plaza del Pilar, enfrente del Ayuntamiento, estaba situado Establecimientos Álvarez en el local que luego fue (todo entero) de Belloso, donde vendía elementos religiosos y ahora está dividido, es donde se situaba el local de Establecimientos Álvarez que servía al por menor a todos los zaragozanos; sobre todo productos para cocina y comedor de una calidad entre media y alta, hasta yo creo que finales de los años 80 del siglo XX.

Os dejo un anuncio de esta tienda zaragozana que en aquellos años 70 y 80 representaba uno de las primeros grandes almacenes temáticos donde se podía comprar de casi todo, incluido en sus últimos años, pequeños electrodomésticos.


Posibles trazados de la línea 2 del tranvía de Zaragoza


En el año 2016 se abrió un proceso de participación en la página web del Ayuntamiento de Zaragoza para poder votar los zaragozanos en esas navidades del año 2016 por uno de los 4 trazados intermedios de la Línea 2 del tranvía. Han pasado muchos años de aquello, y recordarlo no sirve de mucho, pero al menos sí para ver qué se estaba tratando en aquellas opciones.

No es todo, se vota en realidad un 30% del criterio final de la decisión, pero fue una manera de abrir a la participación un tema que era complejo pues había varias opciones y todas parecían interesantes. 

La inversión entre las 4 posibles alternativas es muy parecida (un 1,5% de diferencia en la más alejado de las posibilidades); en los aspectos previos hay dos opciones con más puntuación que son las número 2 y 3, las que van por María Agustín y no por Conde Aranda; la demanda de viajeros es algo superior también en estas dos opciones; los kilómetros de recorrido son similares, la inversión por km también; y por ello el coste final por km recorrido una vez que esté en funcionamiento es también similar, incluso al ser más bajo en estas dos opciones y más el número de posibles viajeros, serían las dos opciones más lógicas. 

La Opción 2 viene desde Delicias por la avenida Madrid, mientras que la Opción 3 viene desde Delicias por la avenida Navarra dando servicio a la Estación Intermodal Delicias. En ambas Opciones 2 y 3, se baja por la avenida Madrid hasta la calle Rioja y es a partir de este punto cuando la 2 sigue bajando de igual forma y la Opción 3 se acerca a la Estación Delicias. 

Esta Opción 3, daría un menor servicio a la zona baja del barrio de Delicias, pero tendría la ventaja para los vecinos de que no les tendrían que restar tanto servicio de autobús urbano. 

Hay que recordar que el tranvía no viene nunca a complementar el servicio de autobuses, sino a cambiarlo. Donde hay tranvía no hay autobuses. 

Mientras que en la Opción 3 se tendría que mantener parte del servicio de autobuses, y los vecinos de Delicias podría elegir entre autobús y tranvía, según la localización de su vivienda o del destino de su trayecto.

Al final y tras una participación más bien muy escasa pues se obtuvieron 6.000 votos entre presenciales y por internet, dentro de una semana de participación abierta y con el impulso de todos los medios de comunicación para ir a votar, la Opción 3 fue la ganadora.

Estos datos no son extrapolables a la realidad del año 2025, cuando algunas voces hablan de volverse a poner sobre la mesa un sistema similar de transporte urbano. Creo personalmente que estamos ya en otra pantalla, que el tranvía por vías está superado hoy, pues han crecido sistemas mucho más ágiles, muy similares a los antiguos trolebuses, eléctricos y modernos.

Pero es bueno recordar qué se intentó hacer hace una década y que nunca llegó a poderse realizar. Hoy por motivos legales, es incluso imposible ampliar la Línea 1.

Distrito del Rabal de Zaragoza, en el año 1864


Este plano del Distrito del Rabal es del año 1864. Coge el barrio de el Rabal y el Barrio Jesús, tal y como estaban en ese año, con sus pocas calles, y marcando levemente por encima y en líneas rojas, lo que se pretendía cambiar en una ordenación urbana. 

En una mancha de color azul oscuro podemos ver la zona de la Estación del Norte, para hacernos una idea.

Está troceado en dos imágenes, para ver algo mejor los detalles. 

Podemos ver la Salitrería, el Tejas de Zaragoza y la zona de las Balsas de Ebro Viejo, llenas de aguas pantanosas. 

Están también el antiguo Convento de Jesús y el Convento de San Lázaro. 

Y en el centro de la unión de las dos imágenes partidas, podríamos ver la zona del Rastro de Zaragoza de entonces, junto al macelo o matadero de la ciudad hasta que se llevó al nuevo edificio en Miguel Servet.





17.8.25

Apreciaciones sobre peatonalizar la calle Don Jaime de Zaragoza

Tengo que iniciar el texto comentando que lo que viene a continuación son apreciaciones personales que yo realicé en el año 2014 y que actualizo o reviso ahora en 2025. En estos temas todo tiene un tiempo e incluso un tempo complejo de actuación. Veamos y repasemos aquellas ideas.

 La calle D. Jaime es una vía imprescindible en el diseño de la Zaragoza del siglo XXI para ser peatonalizada y crear un foco de atracción mayor al actual. Su ubicación es perfecta para un trabajo casi histórico.

No es urgente peatonalizar la calle D. Jaime pero en cambio si es imprescindible hacerlo con la calidad y la actuación que se merece el núcleo histórico de Zaragoza. No debe ser SOLO peatonalizar una calle; es, puede y debe ser mucho más.

Es una actuación de “ciudad” y no de Distritos. Aunque sin duda afecta en lo positivo y negativo, más a unos Distritos de Zaragoza que a otros.

Están perfectamente delimitados las afecciones negativas y positivas que esta actuación urbana traerá en el tiempo de obras a los comerciantes actuales de D. Jaime. Peatonalizar en es sencillo, pero modifica tremendamente toda la vida de la zona.

Está perfectamente delimitado las afecciones negativas y positivas que esta actuación urbana supondrá para los vecinos de la margen izquierda. Luego, es imprescindible encontrar soluciones, pues ya sabemos de antemano qué y cómo afectará a los vecinos más directamente implicados, que son muchos miles.

La peatonalización de la calle D. Jaime debe suponer una serie de actuaciones imprescindibles en la zona, para revitalizar aun más algunos puntos de atracción turística, social, urbana o históricos, que ya he indicado en el plano adjunto. En bruto salen al menos 26 puntos ya existentes, que arropan la actuación como garantía de éxito. Peatonalizar no es poner Cota 0, y eso es otro tema que debemos entender bien. En este 2025 se ha trabajado en un cambio paulatino pero no total.

La importancia de la zona es fundamental para mover la centralidad “del Centro” y eso debe ser comprendido, para actuar poniendo en valor un Plan Integral nuevo que afecta a toda la zona.

NO sirven soluciones baratas ni rápidas. Lo cómodo y sencillo es cortar o disminuir el tráfico a la calle D. Jaime, pero eso ni es peatonalizar ni es sacar rédito ciudadano o urbano a una arteria que puede ser fundamental en la nueva Zaragoza.

Al menos cinco plazas de diverso tamaño deben acompañar al Plan Integral de peatonalización creando además un nuevo concepto de “ciudad romana” que impregne toda la zona, desde gastronomía a comercio, desde conceptos museísticos como en mobiliario urbano o iluminación, desde atractivo turístico a convertirse en referente cultural. Hay que retener al visitante, sujetarlo dos o tres horas más, para que se quede todo el día en Zaragoza.

El consenso para esta actuación es imprescindible, pero arropado sobre los correspondientes informes técnicos de calidad que sean desarrollados desde un "Equipo de Ideas" donde deberían tener cabida tanto la Universidad de Zaragoza como el Colegio de Arquitectos o Ebrópolis, tanto historiadores como artistas zaragozanos.

Solo tras esos informes no vinculantes, plurales y diversos, cabe añadir la intervención política y vecinal para su análisis y decisión pertinente.

No es una obra del 2014 sino una obra del 2020. Pero sobre la que ahora hay que empezar a trabajar si queremos que esté para esa fecha.

Hablo en la entrada de 2014 como fecha de trabajo hacia el 2020, y lo reflexiono ahora en el 2025. Ya sé que hoy me tendría que ir al 2035, y preguntarnos si es necesario. Las dudas se agolpan. 

El turismo se está apoderando de grandes ciudades y eso es un problema. La gentrificación de las ciudades es otro problema, pero a su vez el Puente de Piedra nos obligará más pronto que tarde a tomar decisiones muy importantes. La calle Alfonso no está funcionando comercialmente como se esperaba pues la peatonalización ha llevado a un encarecimiento brutal de los alquileres de locales y los cambios de comercios son constantes. 

La historia de Zaragoza sí nos lleva a replantearnos qué hacer en todas estas zonas, además de preservarlas y cuidarlas. Quitar coches parece lógico y muy necesario, pero… ¿sólo eso es ya suficiente? Seguiremos reflexionando.

Cartel Zaragoza 1921. Casino Mercantil y Agrícola


El Casino Mercantil y Agrícola de Zaragoza, antes de que se convirtiera en un banco, era una institución cultural importante en Zaragoza, con una sala de exposiciones que podía variar de ubicación según la importancia de la misma, pero que junto a otras ya desaparecidas, eran un referente del Arte que llegaba a Zaragoza, una ciudad con mucha vida artística pictórica.

Este cartel es del año 1921, de una exposición que se hizo en la Sala de Exposiciones del Casino Mercantil, de Artista Vascos, decía que de Bilbao, lo que podría significar que no había de otras provincias vascas.

Desconozco el autor del diseño del cartel, pero en el mismo se dice que fue impreso en Zaragoza, en la famosa imprenta litografía Viuda de Portabella. Se conserva este ejemplar en el Museo de Bilbao.

5.8.25

La Casa Moneva, en el centro de Zaragoza


El Colegio Mayor Miraflores de Zaragoza, propietario por herencia de la Casa Moneva se ha propuesto arreglar y reabrir el caserón del escritor aragonés, que presume de un hermoso jardín y un salón inglés en el corazón de Zaragoza. 

Un palacete renacentista, que en realidad se trata de una fachada diseñada en 1925 por Juan Moneva y su hijo, Jaime, y con el apoyo incondicional de su buen amigo de la familia, el arquitecto Regino Borobio Ojeda.

Parece un palacio familiar del siglo XVI, pero en realidad es una casa familiar del año 1925, un edificio creado por la familia Moneva y con el apoyo de Regino Borobio en el entonces ya centro de Zaragoza, en la calle Sanclemente, cuando se estaba urbanizando lo que fue la huerta de Santa Engracia.

Mientras vivieron juntos fue el hogar del catedrático Juan Moneva y Puyol y su mujer Concha de Oro y Castro, y de sus hijos Jaime, Pilar y Lola. Jaime trabajó en la arquitectura del edificio. 

El zamorano (de origen) Juan Moneva fue escritor, químico, jurista, aragonesista y profesor de Derecho Canónico en la Universidad de Zaragoza y decano de la Facultad de Derecho de nuestra ciudad, siendo autor de una amplia y diversa obra de carácter jurídico, histórico y filológico y conocedor y defensor del Derecho Foral, impulsando además el estudio del aragonés pues siempre tuvo firmes convicciones aragonesistas desde una cultura marcadamente conservadora.

Como experto en Derecho Canónico litigó con el arzobispo cardenal Soldevila, por haber aprobado este la venta de la colección de tapices de La Seo que actualmente tenemos en el Museo de la Catedral, un negocio felizmente no llevado a término gracias a la denuncia de Juan Moneva.

Aquella casa palacete se hizo sobre los terrenos agrícolas de la familia Moneva que en parte fueron expropiados para la urbanización de toda la zona. Y en este mismo lugar había anteriormente una antigua casa de una familia Josef de Lahera (José de la Hera), llamado el Carpintero, un héroe de los Sitios y bisabuelo de Moneva.

Se hizo el edificio con la fachada de ladrillo, en estilo aragonés, con cuatro planta y un sótano o bodega, más un jardín interior que es el que vemos en la imagen, que ahora es más pequeño que cuando se construyó la casa.

Juan Moneva fue un jurista, político e intelectual muy conocido en la Zaragoza de la primera mitad del siglo XX, conservador que defendía los valores del pasado y reivindicaba una vuelta a la arquitectura tradicional zaragozana. De ahí que su casa pueda considerarse su propia manera de entender la arquitectura y la sociedad de su época.