Tengo que iniciar el texto comentando que lo que viene a continuación son apreciaciones personales que yo realicé en el año 2014 y que actualizo o reviso ahora en 2025. En estos temas todo tiene un tiempo e incluso un tempo complejo de actuación. Veamos y repasemos aquellas ideas.
La calle D.
Jaime es una vía imprescindible en el diseño de la Zaragoza del siglo XXI para
ser peatonalizada y crear un foco de atracción mayor al actual. Su ubicación es perfecta para un trabajo casi histórico.
No es urgente
peatonalizar la calle D. Jaime pero en cambio si es imprescindible hacerlo con
la calidad y la actuación que se merece el núcleo histórico de Zaragoza. No debe ser SOLO peatonalizar una calle; es, puede y debe ser mucho más.
Es una actuación
de “ciudad” y no de Distritos. Aunque sin duda afecta en lo positivo y
negativo, más a unos Distritos de Zaragoza que a otros.
Están
perfectamente delimitados las afecciones negativas y positivas que esta
actuación urbana traerá en el tiempo de obras a los comerciantes actuales de D.
Jaime. Peatonalizar en es sencillo, pero modifica tremendamente toda la vida de la zona.
Está
perfectamente delimitado las afecciones negativas y positivas que esta
actuación urbana supondrá para los vecinos de la margen izquierda. Luego, es imprescindible encontrar soluciones, pues ya sabemos de antemano qué y cómo
afectará a los vecinos más directamente implicados, que son muchos miles.
La
peatonalización de la calle D. Jaime debe suponer una serie de actuaciones
imprescindibles en la zona, para revitalizar aun más algunos puntos de
atracción turística, social, urbana o históricos, que ya he indicado en el
plano adjunto. En bruto salen al menos 26 puntos ya existentes, que arropan la actuación como garantía de éxito. Peatonalizar no es poner Cota 0, y eso es otro tema que debemos entender bien. En este 2025 se ha trabajado en un cambio paulatino pero no total.
La importancia
de la zona es fundamental para mover la centralidad “del Centro” y eso debe ser
comprendido, para actuar poniendo en valor un Plan Integral nuevo que afecta a toda la zona.
NO sirven
soluciones baratas ni rápidas. Lo cómodo y sencillo es cortar o disminuir el tráfico a la
calle D. Jaime, pero eso ni es peatonalizar ni es sacar rédito ciudadano o
urbano a una arteria que puede ser fundamental en la nueva Zaragoza.
Al menos cinco
plazas de diverso tamaño deben acompañar al Plan Integral de peatonalización
creando además un nuevo concepto de “ciudad romana” que impregne toda la zona,
desde gastronomía a comercio, desde conceptos museísticos como en mobiliario
urbano o iluminación, desde atractivo turístico a convertirse en referente cultural. Hay que retener al visitante, sujetarlo dos o tres horas más, para que se quede todo el día en Zaragoza.
El consenso para
esta actuación es imprescindible, pero arropado sobre los correspondientes
informes técnicos de calidad que sean desarrollados desde un "Equipo de Ideas"
donde deberían tener cabida tanto la Universidad de Zaragoza como el Colegio de
Arquitectos o Ebrópolis, tanto historiadores como artistas zaragozanos.
Solo tras esos
informes no vinculantes, plurales y diversos, cabe añadir la intervención
política y vecinal para su análisis y decisión pertinente.
No es una obra
del 2014 sino una obra del 2020. Pero sobre la que ahora hay que empezar a trabajar si queremos que esté para esa fecha.
Hablo en la entrada de 2014 como fecha de trabajo hacia el 2020, y lo reflexiono ahora en el 2025. Ya sé que hoy me tendría que ir al 2035, y preguntarnos si es necesario. Las dudas se agolpan.
El turismo se está apoderando de grandes ciudades y eso es un problema. La gentrificación de las ciudades es otro problema, pero a su vez el Puente de Piedra nos obligará más pronto que tarde a tomar decisiones muy importantes. La calle Alfonso no está funcionando comercialmente como se esperaba pues la peatonalización ha llevado a un encarecimiento brutal de los alquileres de locales y los cambios de comercios son constantes.
La historia de Zaragoza sí nos lleva a replantearnos qué hacer en todas estas zonas, además de preservarlas y cuidarlas. Quitar coches parece lógico y muy necesario, pero… ¿sólo eso es ya suficiente? Seguiremos reflexionando.