Hoy Heraldo de Aragón publica una seria de imágenes de un trolebús de Zaragoza, abandonado.
Un cadáver de nuestra historia, incapaces de valorar la historia de una ciudad
importante que va perdiendo poco a poco sus emblemas. Todos son siempre buenas
palabras pero también siempre son vacías y se van perdiendo en el mismo día de
soltarlas en una reunión con los medios de comunicación.
Zaragoza
tiene “de más” y lo va perdiendo el mismo día en que lo consigue. No cuidamos,
no guardamos, no entendemos que tras nosotros vendrán otros que no conocerán lo
que hubo.
Zaragoza no nos pertenece pues nos la encontramos hecha y la dejaremos más pronto que tarde para que otros la sigan construyendo. Nosotros, de paso por estos bellos lares, simplemente debemos cuidar lo que nos corresponde. Y ni eso hacemos.
Zaragoza no nos pertenece pues nos la encontramos hecha y la dejaremos más pronto que tarde para que otros la sigan construyendo. Nosotros, de paso por estos bellos lares, simplemente debemos cuidar lo que nos corresponde. Y ni eso hacemos.