Aragón sin Zaragoza
no tiene sentido histórico, económico, social o geográfico. En la misma medida
que Zaragoza sin su Aragón no tendría sentido en medio de un inmenso territorio
semivacío. Ambas realidades se apoyan y se necesitan, pero en muchas ocasiones
NO se quieren.
Zaragoza tiene
territorio, debería ser una comarca muy amplia, todavía no creada, con los
siguientes municipios: Alfajarín, Botorrita, El Burgo de Ebro, Cadrete, Cuarte
de Huerva, Fuentes de Ebro, Jaulín, María de Huerva, Mediana de Aragón, Mozota,
Nuez de Ebro, Osera de Ebro, Pastriz, La Puebla de Alfindén, San Mateo de
Gállego, Utebo, Villafranca de Ebro, Villamayor de Gállego, Villanueva de
Gállego, Zaragoza y Zuera. O incluso añadiendo Alagón, Figueruelas,
Cabañas,Grisén, La Joyosa, Leciñena, Farlete, Mediana, Muel, Pedrola, Pinseque,
Perdiguera, Sobradial, Torres de Berrellén, Valdejalón, o La Muela. Espero no
olvidarme de ninguno.
Pueden ser entre 21 y 34 municipios con una población de entre
750.000 y 775.000 aragoneses.
Comprende una tierra abundante, de gran calidad para la
agricultura, con agua abundante para riegos (más si a Zaragoza llega agua de
boca de La Loteta o Yesa y se deja de usar del Canal Imperial) con un viento
potente que le hace un territorio idóneo para lograr energía eólica, con muchas
horas de sol ideal para energía solar, con un clima mediterráneo y unas
temperaturas buenas para la agricultura (las hay mejores pero también muy
peores), con tradición de excelentes agricultores, con entidades financieras
propias que podrían potenciar la inversión, con una localización geográfica
maravillosa en medio de España para poder exportar, tiene infraestructuras más
que suficientes, con aeropuerto de gran capacidad y una línea de AVE que le une
con media España y en el futuro con Francia. Y por último es un territorio con
unos grandes espacios industriales y de almacenamiento industrial con un número
de habitantes muy importante y casi idóneo. Suelo que todavía es barato, está
vacío en gran medida y tiene una capacidad de crecimiento altísima.
Hay que planificar mejor el futuro de Zaragoza, sabiendo que
a través de su éxito y excelencia se alcanzará un mejor Aragón. En la medida e
que crezca en calidad una Zaragoza más potente, lo hará un Aragón mejor
infraestructurado.
A poco más (o menos) de 300 kilómetros tenemos los
territorios y la ciudades de Madrid, Barcelona, Bilbao, San Sebastián,
Valencia, Burgos, Vitoria, Soria, Teruel, Huesca, Tarragona, Lérida, Castellón,
Guadalajara, Pamplona, Pau, Bayona, Toulouse o Andorra. Más de 22 millones de
habitantes (provinciales) a una distancia cercana a los 300 kilómetros es un
lujo que muy pocos territorios en España pueden tener. Sí, son 22 millones de
consumidores, de turistas, de intelectuales, de ciudadanos.
Somos un inmenso territorio semiárido, casi desértico, con excelentes infraestructuras de comunicación mal utilizadas y con una constante dejadez e incapacidad para demostrar a nuestros vecinos que somos muy capaces. Efectivamente, cada vez que nosotros crecemos, ellos temen perder parte del suyo, pero para eso debemos tener el convencimiento de que somos capaces y de que queremos. ¿Qué queremos hacer con Zaragoza?