Da la sensación de que “entre todos la tenían y ella sola se murió” y que parecemos incapaces de encontrar una solución al Real Zaragoza, por muchos factores que se enquistan en el tiempo.
La crisis hace imposible que los poderes públicos puedan prestar ayuda al Real Zaragoza, Agapito ya no parece tener la confianza de más Cajas de Ahorros y Bancos, y para más colmo algunos de los que estarían dispuestos a comprar la actual situación del Real Zaragoza no encontrar en los actuales dirigentes las ganas de dejarse vender por nada o incluso con más pérdidas.
Hay veces en la que “las cosas” no solo no valen nada sino que además tienen un valor de menos equis. Asumir esto es muy cruel, es duro, pero es inevitable si no queremos que poco a poco vaya aumentando ese valor negativo hasta hacerse imposible. Es lo que le está sucediendo al Real Zaragoza, que va camino de la desaparición como entidad, lo cual podría incluso ser el camino menos malo si al final no son capaces en pocas semanas de encontrar soluciones a los graves problemas. Un Real Zaragoza en Segunda División y con las deudas que arrastra sería moral de necesidad o lo que es peor, sería un desastre incluso para los que soportan hoy la actual deuda. No tendría sentido el nuevo campo de fútbol que tanto intentan vender algunos políticos, Zaragoza se quedaría unos años sin fútbol de élite, aunque soportar sin rumbo la deudas actuales es de suicidas locos.
Las soluciones pasan por que alguien se haga cargo “con dinero nuevo” del actual Real Zaragoza. Dinero que no debería servir para pagar a presuntos dueños de algo que no vale nada, sino para pagar deudas e invertir en el equipo.