Que las urgencias de los hospitales de Zaragoza se colapsan en momentos puntuales de gran demanda no es nuevo. Que hay que atender a enfermos en pasillos o fuera de los box preparados para este servicio es duro de admitir pero cierto y hay que buscar soluciones. Añadiendo además que la atención del personal médico y de enfermería es excelente.
Zaragoza es una ciudad grande, que ha crecido bastante en pocos años y que sigue dependiendo de dos grandes hospitales y un hospital mediano para atender a todos sus servicios de urgencias, por mucho que se hagan intentos de diversificar la atención médica. Es cierto también que acudimos con excesiva frecuencia a urgencias, entre otros motivos por que la medicina de ambulatorio es lenta sobre todo en su atención especialista.
Para la atención médica más elemental se suelen necesitar apartados que no son sencillos de tener en ambulatorios de barrio que ayudarían a descentralizar las urgencias. Unos Rayos X no son por ejemplo sencillos de tener y en cambio es la prueba diagnóstica más común junto a unos análisis de sangre. Es imposible a corto y casi a medio plazo disponer de otro gran hospital en Zaragoza, en espera de que se construya el Hospital Militar en Parque Goya. Tal vez si dotáramos de más servicio y publicidad al actual Hospital Militar junto al Hospital Provincial, incluso dedicando sus urgencias a ciertas especialidades sin detrimento de que sería una labor lenta para que se conociera entre la población, ayudarían a restar urgencias de los hospitales actuales.
La zonificación a rajatabla que se lleva entre el Hospital Clínico y la Casa Grande no ayuda a resolver estos procesos de urgencias puntuales, pues no admiten con facilidad a los enfermos de otras zonas de la ciudad y sin duda, nunca, en los posteriores procesos de control a su ingreso o enfermedad. O tenemos más cintura y nos dotamos de más servicios con los hospitales que ya tenemos, o las crisis de atención irán en aumento.