Zaragoza aunque parezca a ojos de algunos la madrastra que ordena y manda, además de ser esto una gran mentira, es el concepto que une, vertebra y da sentido al Aragón actual.
Sin Zaragoza, casi la mitad de aragoneses desearían ser valencianos, la cuarta parte catalanes, un buen puñado vascos e incluso algunos madrileños.
En Aragón se necesita una mente lúcida que entienda Aragón. Desde el concepto territorial y cultural de Aragón, sus posibilidades de futuro, su diversidad entre sus enormes distancias. Aragón no es fácil, pero lo es más complejo si no tenemos a nadie que creyendo en Aragón y sin mirar a Madrid, sepa “explicarnos” qué es Aragón y lo importante que es tenerlo y cuidarlo.
Como somos Europa hay que buscar comparaciones cercanas, vecinas para entendernos mejor. Tenemos un tamaño algo mayor que Suiza, o que Dinamarca o que Bélgica. Aragón es mayor que cualquiera de estas tres naciones.
En Aragón se necesita una mente lúcida que entienda Aragón. Desde el concepto territorial y cultural de Aragón, sus posibilidades de futuro, su diversidad entre sus enormes distancias. Aragón no es fácil, pero lo es más complejo si no tenemos a nadie que creyendo en Aragón y sin mirar a Madrid, sepa “explicarnos” qué es Aragón y lo importante que es tenerlo y cuidarlo.
Como somos Europa hay que buscar comparaciones cercanas, vecinas para entendernos mejor. Tenemos un tamaño algo mayor que Suiza, o que Dinamarca o que Bélgica. Aragón es mayor que cualquiera de estas tres naciones.
Tanto la primera como la tercera tienen enormes diferencias territoriales y sociales entre sus mismos habitantes. Claro que Suiza con 8,4 millones de personas, o Dinamarca con 5,8 y Bélgica con 11,3 millones de ciudadanos, nos dan patadas en los riñones en población, posibilidades económicas y capacidad de trabajar. Pero nos deberían servir para fijarnos, cuando menos, pues algunas cosas se podrían copiar.
Como decíamos antes, el territorio es muy similar en tamaño al de Aragón, lo que hace comprender mejor las diversidades por las enormes distancias. Los 26 cantones suizos y sus cuatro idiomas, el clásico problema flamenco o francófono belga con diez provincias y tres idiomas, mientras que Dinamarca está dividida en cinco regiones comparables a nuestras tres provincias, señalas a estas naciones como territorios históricos complejos y con sociedades muy plurales.
Pero las tres naciones antes citadas tienen un componente aglutinador claro que no tenemos los aragoneses.
Como decíamos antes, el territorio es muy similar en tamaño al de Aragón, lo que hace comprender mejor las diversidades por las enormes distancias. Los 26 cantones suizos y sus cuatro idiomas, el clásico problema flamenco o francófono belga con diez provincias y tres idiomas, mientras que Dinamarca está dividida en cinco regiones comparables a nuestras tres provincias, señalas a estas naciones como territorios históricos complejos y con sociedades muy plurales.
Pero las tres naciones antes citadas tienen un componente aglutinador claro que no tenemos los aragoneses.
Sea la monarquía o los sistemas federales o cantonales perfectamente asumidos y respetados por todos, y que otorga diferencias que deberíamos conocer mejor sobre todo cuando hablamos de que en España las Autonomías son negativas. En estos países como en Alemania, las divisiones territoriales y administrativas pueden ser superiores a las de España, perfectamente asumibles en todos los ámbitos y respetadas al máximo. Allí nadie duda de sus respectivas banderas, idiomas, culturas, leyes, etc.
Bruselas manda en Bélgica desde esa capacidad de neutralidad europea que logra aglutinar a toda Bélgica. La Monarquía en Dinamarca es un icono que al igual que en Bélgica sirve para mediar y poner sentido social de Estado a toda su comunidad. No estoy defendiendo las monarquías como algo válido por se, sino como algo que sin capacidad de gobernar, sirven para simplemente “poner sentido de comunidad”.
En el caso de Suiza ser una Confederación Libre, Helvética, histórica totalmente asumida por todos dentro de una Constitución que deja hacer mucho a sus Cantones y por su particularidad geográfica que la defiende de sus vecinos, hace que sea más sencillo vivir ensimisma dentro de su neutralidad y su propia riqueza económica muy bien vigilada por una democracia participativa directa.
El caso de la capital de Suiza es sumamente curioso comparado con esta Zaragoza no bien entendida. De una ciudad de menos de 150.000 habitantes pasamos a unos barrios periféricos que logran sumar una Berna de casi 400.000 habitantes, para extenderse aun más si miramos la Berna Metropolitana que llega con sus más de 120 comunas hasta casi los 700.000 habitantes.
Bruselas manda en Bélgica desde esa capacidad de neutralidad europea que logra aglutinar a toda Bélgica. La Monarquía en Dinamarca es un icono que al igual que en Bélgica sirve para mediar y poner sentido social de Estado a toda su comunidad. No estoy defendiendo las monarquías como algo válido por se, sino como algo que sin capacidad de gobernar, sirven para simplemente “poner sentido de comunidad”.
En el caso de Suiza ser una Confederación Libre, Helvética, histórica totalmente asumida por todos dentro de una Constitución que deja hacer mucho a sus Cantones y por su particularidad geográfica que la defiende de sus vecinos, hace que sea más sencillo vivir ensimisma dentro de su neutralidad y su propia riqueza económica muy bien vigilada por una democracia participativa directa.
El caso de la capital de Suiza es sumamente curioso comparado con esta Zaragoza no bien entendida. De una ciudad de menos de 150.000 habitantes pasamos a unos barrios periféricos que logran sumar una Berna de casi 400.000 habitantes, para extenderse aun más si miramos la Berna Metropolitana que llega con sus más de 120 comunas hasta casi los 700.000 habitantes.
En Zaragoza cuando hemos querido hacer la Comarca Central de Aragón hemos sido capaces de hacerla “sin” Zaragoza, con todos los pueblos de nuestro alrededor a través de los diversos ejes que rodean la capital de Aragón, dejando a Zaragoza fuera y colocando esa teórica capital de la Comarca Central en Utebo. Algo impensable en cualquiera de estos países similares en tamaño a Aragón, y a sus respectivas capitales.