Qué riñones, qué agallas, qué rasmia le mete a la vida la gente joven que siendo cooperantes deciden salir de España y de sus comodidades para irse hasta Etiopía en este caso, a montar un aula de psicomotricidad.
Hace unas semanas hablábamos en este blog de una cooperante zaragozana que solicitaba más que ayuda, que también, compañía para explicar la labor que la Ong Mediterránea está haciendo en Etiopía con los niños más necesitados.
Hoy se ha ido vía El Cairo con todo el material recogido y cargada con más ropa, juegos y medicinas compradas con los dineros recaudados. Personalmente lo veo como un riesgo serio que os contaré cómo termina, pues han partido tres jóvenes desde Zaragoza con muchas mochilas y maletas a las que les han sacado el aire con una máquina para que todo ocupe menos espacio. ¿Y si en la aduana algún "listo" le da por abrir todo el material. Pues en mi pueblo se dice "a joderse tocan", por muchas bolsas de repuesto que llevan.
No conocen el mido, valoran el riesgo con arreglo a lo que supone ayudar a los niños etíopes si consiguen llegar con pocos problemas. Aman su trabajo, a costa de pedir vacaciones y jugarse que si hay retrasos en la vuelta lo pueden perder.
Como ellas hay muchas, posiblemente mal entendidas, pero a ellos y ellas esto les da igual. No lo hacen para que las entiendan. Lo hacen por que lo tienen que hacer y si no, no habría nadie que lo haría. Desde Zaragoza, por los niños de Etiopía.
