Me ha gustado esta imagen de Heraldo de Aragón, reflejando las obras del tranvía de Zaragoza a su paso por las murallas romanas. Es una gran obra, costosa sobre todo para épocas de crisis, pero que Zaragoza agradecerá cuando esté funcionando y la crisis actual sean un mal recuerdo que duró excesivamente.
Las ciudades de nuestro tamaño que disfrutan del tranvía se han tenido que adaptar a él, pero una vez conseguido, son más humanas, más amables, más lentas.