La Plaza del Pilar de Zaragoza quedó ¿bien? cuando se reformó en 1991, hace ya 30 años de eso, pero no se supo diseñar dentro de su enorme complejidad con el respeto a los restos romanos que aparecieron debajo, ni pensando en que ese espacio tan grande y tan importante para Zaragoza debería ser algo más polivalente, más verde, y con capacidad para poderse trocear fácilmente en diversos espacios no siempre duros y planos si en un momento dado esto era necesario.
Lo último se está logrando en los últimos años con casetas en diversas ferias o escenarios diversos, pero no solo debería haberse previsto estas opciones, sino también zonas verdes movibles, no permanentes. Las hay en algunas ciudades europeas.
En realidad la Plaza del Pilar de Zaragoza queda MUY dura durante excesivos días al año.
El gran inconveniente en el diseño fue tener que construir un enorme aparcamiento en su subsuelo. Eso marcó todas las actuaciones, pero en España no estamos teniendo en cuenta que en otros países los garajes verticales funcionan muy bien y evitan estos problemas. Algún día aprenderemos de este tipo de opciones.
Todo esto viene a cuento de esta imagen actual, con estas torees de maceteros en las puertas del Ayuntamiento para dar color y algo de naturaleza a la zona. No es suficiente, pero algo es algo. Hemos hecho algunos intentos anteriores y a veces por motivos de seguridad y otras veces por el propio uso y diseño de la plaza no es posible conservar el verde.
Algún día aprenderemos de las inmensas posibilidades que podría ofrecer este espacio que no siempre tiene que ser duro y plano, y que tiene muy diversas posibilidades, como lo demuestra el Belén navideño de todos los años, o incluso los campos de deporte que a veces se montan en su superficie.
Son muy interesantes opciones, pero nos falta repensar sobre algunos paisajes verdes efímeros que se montan en algunas ciudades con diversa temática y a veces con fines educativos para niños.