Podría parecer una costumbre muy viejuna pero todavía algunas personas la utilizan, y hasta no hace demasiadas décadas, bien consumido el siglo XX, muchas personas llevaban en sus carteras o colgado del cuello, escapularios o estampas religiosas.
Normalmente la propia religión católica decía que rezarle a una de esas representaciones religiosas, a esas postales pequeñas o no, suponía ganar entre 100 y 200 días de indulgencia.
La indulgencia es un perdón a plazos. Casi todos se dice, iremos al Purgatorio, que es un lugar jodido pero no tanto como el Infierno. Una especie de Cárcel Temporal. Los calabozos sin fuego eterno.
Y los días de indulgencia que has ido recopilando a lo largo de tu vida te los restan de la condena del Purgatorio. Si rezas mucho, te liras de unos años de condena.
No hay Libro Sagrado en donde se expliquen las condenas que se recibirán, pero todo parece indicar que serían muy largas si existiera este modelo. Cada día de rezos a una estampita supone que te quiten medio año de condena. Rezando todos los días de un año te libras 150 años menos de estar en el Purgatorio.
No parece un modelo de Justicia muy correcto, aunque sea Divino. Esta estampita es de la Virgen del Pilar, antes de inventarse las medidas en tela de la Virgen, que no se llevan colgadas del cuello, sino atadas en la mano.
De momento no han dicho cuantas indulgencias supone llevarla, pero lo estarán estudiando pues hay largas filas para comprarla.