Los cables por encima de todos y que se sujetaban a veces en troncos como el de la derecha. Los jardines de la zona en la que ahora tenemos el monumento a Goya. Esas farolas tan simpáticas y decimonónicas. La moto Bultaco. Los adoquines.
Todo suena a rancio o antiguo, pero muchos de nosotros nos fuimos haciendo hombres a costa de ver estos paisajes urbanos. Así hemos salido. Incluso había revisores del tranvía con gorra de plato y gaván de los de imponer el orden. Guau!
Imagen cortesía de Carlos Labrador
Imagen cortesía de Carlos Labrador