En 1904, Ricardo Muther, un destacado historiador de arte alemán, escribió una monografía dedicada a Francisco de Goya, el genio aragonés cuyas pinceladas habían trascendido fronteras y épocas. Muther, conocido por su visión panorámica del arte mundial, se sumergió en la vida y obra de Goya, analizando sus formas, su técnica y el contexto histórico que lo rodeaba."El arte de Goya es el reflejo de una España convulsa, de una sociedad en transición, de una época de luces y sombras", escribió Muther en el inicio de su obra. Y no le faltaba razón. Goya vivió en una España marcada por la Inquisición, las guerras napoleónicas y la lucha entre tradición y modernidad. ¿Cómo no iba a influir todo ello en su obra?
Muther fue uno de los historiadores de arte alemanes más influyentes de su tiempo, aunque su estilo directo y apasionado lo hizo más popular entre el público general que entre la élite académica. Su obra sobre Goya es un testimonio de su capacidad para conectar el arte con la historia, para entender cómo las circunstancias sociales y políticas moldean la creatividad de un artista.
La pregunta que Muther nos invita a reflexionar es sencilla pero profunda:
¿Cómo influyó la época vivida por Goya, en su obra total?
¿Hubiera sido muy diferente la obra de Goya si la España que conoció hubiera sido distinta?
La respuesta es un viaje a través de esa España del siglo XVIII y principios del XIX, una nación que oscilaba entre la grandeza imperial y la decadencia, entre la Ilustración y el oscurantismo.
Goya fue testigo de la Revolución Francesa, de la invasión napoleónica, de la represión fernandina. Y todo ello se refleja en su obra, desde los retratos de la corte hasta las pinturas negras, desde los grabados de "Los Caprichos" hasta "Los Desastres de la Guerra".
Goya no fue un mero espectador de su época, sino un cronista incisivo, un crítico mordaz, un visionario que supo captar la esencia de la condición humana en tiempos turbulentos, un fotógrafo sin cámara de sus tiempos.
Su obra es un testimonio de la capacidad del arte para trascender las circunstancias, para conectar con el espectador a través del tiempo y el espacio. En definitiva, la obra de Goya no se entiende sin su contexto histórico. Muther lo comprendió así, y su monografía es una invitación a explorar la relación entre el arte y la vida, entre la creatividad y la historia.