27.3.25

Los tres idiomas del Aragón prerrománico


Antes de adoptar el latín como lengua madre, en lo que es Aragón tuvimos otros idiomas conviviendo, idiomas prerromanos que tenían sus zonas de uso. En Aragón tuvimos una división que podemos observarla en el map, entre el Íbero, el Celtíbero y el Vascónico.

Este mapa es del Museo Etnográfico de Zaragoza. y podemos ver las zonas de influencia e incluso las zonas de mezcla de idiomas en el territorio. Es muy entendible pues, el actual estado de los idiomas en Aragón, si admitimos que venimos siempre de mezclas culturales.

Indulgencias por rezar a la Virgen del Pilar


Podría parecer una costumbre muy viejuna pero todavía algunas personas la utilizan, y hasta no hace demasiadas décadas, bien consumido el siglo XX, muchas personas llevaban en sus carteras o colgado del cuello, escapularios o estampas religiosas.

Normalmente la propia religión católica decía que rezarle a una de esas representaciones religiosas, a esas postales pequeñas o no, suponía ganar entre 100 y 200 días de indulgencia.

La indulgencia es un perdón a plazos. Casi todos se dice, iremos al Purgatorio, que es un lugar jodido pero no tanto como el Infierno. Una especie de Cárcel Temporal. Los calabozos sin fuego eterno.

Y los días de indulgencia que has ido recopilando a lo largo de tu vida te los restan de la condena del Purgatorio. Si rezas mucho, te liras de unos años de condena.

No hay Libro Sagrado en donde se expliquen las condenas que se recibirán, pero todo parece indicar que serían muy largas si existiera este modelo. Cada día de rezos a una estampita supone que te quiten medio año de condena. Rezando todos los días de un año te libras 150 años menos de estar en el Purgatorio.

No parece un modelo de Justicia muy correcto, aunque sea Divino. Esta estampita es de la Virgen del Pilar, antes de inventarse las medidas en tela de la Virgen, que no se llevan colgadas del cuello, sino atadas en la mano.

De momento no han dicho cuantas indulgencias supone llevarla, pero lo estarán estudiando pues hay largas filas para comprarla.

25.3.25

Sisenando, rey nombrado en Zaragoza


Zaragoza también ha sido ciudad en donde se han proclamado Reyes de la España histórica aunque nos e llamara España por aquellos años. El Rey Sisenando fue el rey de los visigodos en Hispania desde el año 631 hasta su muerte en el 636.

Sisenando es una figura importante en la historia visigoda, y llegó al poder tras derrocar a Suintila en el año 631. Contó con el apoyo del rey franco Dagoberto I, a quien se dice que pagó una gran suma de oro por su ayuda. 

Sisenando fue proclamado rey en Zaragoza el 26 de marzo de 631, tras liderar una revuelta contra el rey Suintila con la ayuda del rey franco Dagoberto I. Sisenando logró tomar Zaragoza en aquel momento y fue en aquella Zaragoza en donde se proclamó rey de los visigodos.

El evento más significativo asociado con el reinado de Sisenando fue la celebración del IV Concilio de Toledo en el año 633. Este concilio fue de gran importancia tanto para la Iglesia como para el reino visigodo. Se unificó la liturgia visigoda. 

Se establecieron normas para la elección de los reyes, buscando evitar la sucesión hereditaria y favoreciendo la elección por los nobles y obispos. Esto, aunque buscaba la estabilidad, a menudo generó luchas por el poder. Se tomaron medidas contra los judíos. Se reforzó el papel de la Iglesia en la administración y la sociedad visigoda.

El reinado de Sisenando duró poco, solo cinco años. Después de su muerte en Toledo en el 636, le sucedió Chintila. Su figura es relevante para entender la historia del reino visigodo en la península ibérica durante el siglo VII, especialmente por su papel en el trascendental IV Concilio de Toledo, aunque estuvo pocos años de Rey.

Su familia pertenecía a la importante nobleza goda asentada en la provincia de Narbona o Septimania. Otros miembros de la misma fueron Sclua (muerto después de 638) y Pedro (muerto después de 633). Ambos ocupaban sendas sedes episcopales septimanas bastante antes del ascenso de su pariente al trono godo: el primero la de Narbona y el segundo la de Béziers. Por ello cabe suponer que el asiento principal del linaje se encontraba en las tierras de Sur de Francia

Hacia finales del 630 la oposición entre godos generó una rebelión abierta en Septimania bajo el liderazgo de Sisenando, tal vez duque de esa provincia. Con el apoyo militar (comprado o alquilado) del rey merovingio Dagoberto I de Neustria, el ejército septimano de Sisenando entró con facilidad en tierras hispánicas, sumando en su avance a numerosos soldados de sus zonas conquistadas, incluido el propio hermano de Suintila, Geila.

Cuando los rebeldes alcanzaron Zaragoza al mando de Sisenando, el propio Suintila y sus más allegados se entregaron sin combatir, ante el abandono de sus propias tropas. El 26 de marzo del 631 era reconocido como rey Sisenando en Zaragoza, como ya hemos comentado, delante de sus tropas victoriosas.

No se tienen datos sobre los últimos años del reinado de Sisenando, pero no debió estar mucho tiempo en Zaragoza. El Rey Sisenando se mantuvo dentro de los límites marcados por la potente aristocracia laica y eclesiástica que le apoyaba, la misma que en diciembre del 633 le había legitimado. De esta forma logró morir en paz y por causas naturales el 12 de marzo del 636 en Toledo.

La Universidad de Zaragoza conserva el cuadro que vemos arriba, hecho por Bernardino Montañés de un teórico rey Sisenando, pintado en el año 1856 y propiedad del Museo del Prado.

21.3.25

La Zaragoza de 1983. Kasan y Actur


Estas dos imágenes aéreas de la ciudad de Zaragoza son del año 1983, no hace tanto. Vemos en ellas el crecimiento actual, pues observamos huecos que hoy ya están totalmente cubiertos por bloques de viviendas. 

En estos 40 años Zaragoza ha cambiado mucho, y para bien. El crecimiento se la sentado muy bien pues ha ido cerrando huecos. 

La gran duda es pensar cómo le han afectado estos 40 años a los barrios que en ese momento estaban ya perfectamente constituidos. ¿Han envejecido bien o mal? Pues aquí sí que depende de cada uno de ellos.

Los barrios más populares, en estos últimos 40 años y en muchos casos por dejadez urbana o por una planificación equivocada, han envejecido mal. Y ahora algunos de ellos empiezan a necesitar actuaciones urgentes.



19.3.25

Aragoneses en la Historia. Francisco de Goya


En 1904, Ricardo Muther, un destacado historiador de arte alemán, escribió una monografía dedicada a Francisco de Goya, el genio aragonés cuyas pinceladas habían trascendido fronteras y épocas. Muther, conocido por su visión panorámica del arte mundial, se sumergió en la vida y obra de Goya, analizando sus formas, su técnica y el contexto histórico que lo rodeaba.

"El arte de Goya es el reflejo de una España convulsa, de una sociedad en transición, de una época de luces y sombras", escribió Muther en el inicio de su obra. Y no le faltaba razón. Goya vivió en una España marcada por la Inquisición, las guerras napoleónicas y la lucha entre tradición y modernidad. ¿Cómo no iba a influir todo ello en su obra?

Muther fue uno de los historiadores de arte alemanes más influyentes de su tiempo, aunque su estilo directo y apasionado lo hizo más popular entre el público general que entre la élite académica. Su obra sobre Goya es un testimonio de su capacidad para conectar el arte con la historia, para entender cómo las circunstancias sociales y políticas moldean la creatividad de un artista.

La pregunta que Muther nos invita a reflexionar es sencilla pero profunda: 

¿Cómo influyó la época vivida por Goya, en su obra total? 

¿Hubiera sido muy diferente la obra de Goya si la España que conoció hubiera sido distinta?

La respuesta es un viaje a través de esa España del siglo XVIII y principios del XIX, una nación que oscilaba entre la grandeza imperial y la decadencia, entre la Ilustración y el oscurantismo. 

Goya fue testigo de la Revolución Francesa, de la invasión napoleónica, de la represión fernandina. Y todo ello se refleja en su obra, desde los retratos de la corte hasta las pinturas negras, desde los grabados de "Los Caprichos" hasta "Los Desastres de la Guerra".

Goya no fue un mero espectador de su época, sino un cronista incisivo, un crítico mordaz, un visionario que supo captar la esencia de la condición humana en tiempos turbulentos, un fotógrafo sin cámara de sus tiempos. 

Su obra es un testimonio de la capacidad del arte para trascender las circunstancias, para conectar con el espectador a través del tiempo y el espacio. En definitiva, la obra de Goya no se entiende sin su contexto histórico. Muther lo comprendió así, y su monografía es una invitación a explorar la relación entre el arte y la vida, entre la creatividad y la historia.

La pared mudejar de La Seo de Zaragoza ¿Era pared exterior o interior?


Constantin Ernst Carl James Uhd fue un profesor y arquitecto alemán que visitó Zaragoza en el año 1892, y en donde fotografió esta imagen de la zona trasera de la catedral La Seo, con su pared mudejar sin restaurar.

La vemos como estaba en aquel año, como es lógico, y se observan cambios importantes con la actualidad ya reformada. Y surge una nueva teoría desde hace ya unos años. Esta pared… ¿es mudejar o es árabe? 

Incluso hay teorías que dicen que esta pared no era en un principio exterior, sino la pared interior de una gran sala de la mezquita de Zaragoza.



16.3.25

El precio de poder vender en Zaragoza, frutas y verduras


En los años pasados, en los siglos pasados sobre todo, en los puentes de todas las ciudades y en las puertas de las murallas, se cobraba por entrar si se llevaban mercancías. Era una forma de pagar impuestos, que más o menos es como el actual IVA pero en antiguo.

En otra entrada ya os hablaré del siglo XIX y de los precios que se pagaban por entrar en las ciudades a vender. En este caso este recibo era por entrar a Zaragoza desde el Puente de Piedra.

Este billete o recibo, que en la actualidad se pagan también en los Rastros de muchas ciudades y que cobran los ayuntamientos por vender, este que vemos arriba es del año 1796. Finales del siglo XVIII y para poder vender en Zaragoza, en concreto en la plaza de San Felipe y poder ofrecer en el puesto frutas y verduras u hortalizas.

Lo pagaría un agricultor de las afueras de Zaragoza, del Rabal y alrededores, para vender su producción en la ciudad, un tal Manuel Ximenez. Lo cobraban en nombre de la ciudad el alcalde y los concejales, entonces llamados Corregidores y Regidores.

A los pocos años de este recibo, y si eran productos al por mayor, es decir productos en gran cantidad, se pagaba por kilos y según el producto que se traía a la ciudad. 

A mitad del siglo XIX, por una arroba de azúcar, de almendras o de arroz se pagaba como tarifa de entrada a la ciudad un real de vellón, que eran unos 25 céntimos de aquellas pesetas. 

Puente de Piedra de Zaragoza, año 1900


Esta imagen de una calidad regular es del Puente de Piedra de Zaragoza, del año 1900. Al fondo vemos los inicios del Arrabal o Rabal y del barrio Jesús. Como se puede observar en la imagen, los cambios son importantes en este poco más de un siglo. 

Si nos fijamos en los detalles del Puente de Piedra vemos usos por entonces que hoy ni imaginamos, en edificios que ya no existen.

Por cierto, se observan los leones al inicio del puente, que entonces presidían la entrada al mismo, diferentes a los actuales, pero ya entonces había unos leones despidiendo a los viajeros.

Los carros aparcados en la zona de entrada al puente, posiblemente serían aguadores.

15.3.25

Palacio de los Condes de Morata en Zaragoza


Justo en donde comienza el Coso Alto de Zaragoza, don Pedro Martínez de Luna y Urrea, primer conde de Morata y virrey de Aragón, nombrado por el Rey Carlos V en el año 1539, poseía unas casas y terrenos en lo que eran casi las "afueras" de aquella ciudad que quería crecer fuera de sus murallas. 

Una clase social adinerada y noble había decidido dejar sus casonas del campo y construir en Zaragoza sus vistosos y grandes palacios. Y el Coso era considerada una calle amplia, limpia y con muchas opciones de crecimiento a todos los lados.

Este palacio de los Condes de Morata, palacio de los Luna, palacio de los Gigantes, palacio Real o palacio de la Audiencia fue declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931 y Bien de Interés cultural en el año 2002. Pero volvamos a la historia más vieja.

El 7 de diciembre de 1551 don Pedro Martínez de Luna y su esposa doña Inés de Mendoza conseguían la licencia para poder edificar un edificio de nueva planta en los “seis portales de casas” que poseían en el Coso “junto a la muralla vieja de la ciudad”. y tras contratar a los canteros Juan de Albistur y Juan de Amézqueta, estos trajeron de Épila zócalo que se complementó con sillerías de la muralla romana, algo habitual en aquellas fechas. Desmontar un santo, para vestir a otro.

El palacio se concluyó en 1560, siendo inaugurado en 1570 y ya fallecido don PedroMartínez de Luna, por su hijo Miguel, segundo conde de Morata. Habían pasado 19 años desde que se había logrado la licencia de obras.

El palacio en el siglo XVII-XVIII pasó por herencia a doña María Antonia Ximénez de Urrea y Fernández de Heredia, marquesa de Vilueña, de la casa de Aranda y Luna, casada con don Guillén Manuel de Rocafull, V conde de Peralada; quien, al morir su esposa en 1715, lo heredó. 

Tras fallecer éste en 1725, sin descendencia, lo cedió en testamento al rey Felipe V: "a quien, por haberse alojado en mi casa de la calle del Coso, llamada comúnmente de los Gigantes, le ofrece esta residencia para él y sus sucesores cuando estuvieran en Zaragoza". 

Guillén Manuel de Rocafull, V conde de Peralada, al moir su esposa recibe de herencia este palacio, quien al morir lo deja de herencia al Rey Felipe V para cuando viniera a Zaragoza, ya que no tenía descendencia. A partir de ese momento el palacio se convierte en residencia real y luego los Capitanes Generales de Zaragoza la utilizaban como presidentes de la Real Audiencia de Aragón y como edificio de los representantes del Rey en la ciudad.

En este mismo palacio fue proclamado el 25 de mayo de 1808 Gobernador de Zaragoza y Capitán General de Aragón don José Rebolledo de Palafox y Melcí, integrante de una de las familias más importantes de Aragón, los marqueses de Lazán y Cañizar. En aquellos años la Audiencia de Zaragoza estaba en la plaza de La Seo, hasta que se incendió en Los sitios y se tuve que trasladar esa Audicencia al palacio de los duques de Villahermosa, en la calle Predicadores.

Tras la ocupación francesa de Zaragoza el edificio fue utilizado por el mariscal Jean Lannes como residencia y Jefatura Militar. En 1814 y ya con Zaragoza libre de franceses el Rey Fernando VII restauró el Tribunal de la Inquisición, y ese mismo años se volvió a utilizar como Audiencia el palacio de los condes de Morata. Algo que por cierto no gustó nada a los mandos militares de Aragón.

Lo más conocido de este palacio es sin duda la portada en arco de medio punto, flanqueada por los llamados comúnmente como "Los gigantes de la Audiencia", esculpidos por el escultor y cantero de origen francés Guillaume Brimbez en 1552. Ambos llevan unas grandes mazas y su significado no está del todo claro.

Podrían ser Hércules, a la derecha; y Teseo, a la izquierda; o Hércules y Gerión, monstruo con el que luchó Hércules. Estas dos esculturas llevaban sobre sus cabezas hasta la reforma de 1863 unas plumas en la cabeza que se quitaron en aquella reforma, lo que nos llevaría a pensar que tal vez sean simples soldados monstruosos y salvajes. Era normal en aquellos años poner a figuras simbólicas que custodiaran las entradas a iglesias y palacios, como para dar respeto.

Las cabezas que vemos en las zonas altas en relieve, cerca del arco de entrada, pueden ser personajes de la Antigüedad (podrían ser Julio César o Tiberio Claudio Pompeiano, a la izquierda; y el emperador Cómodo, a la derecha). 

La imagen que vemos, unas postal coloreada es el año 1904.


Datos de Los Amantes de Teruel


Dentro de la dificultad que entraña hablar de Los Amantes de Teruel sin faltar al respeto a nadie, ni a Aragón, Teruel o a las propias personas que representan esos cuerpos reales y que están depositados en Teruel, dar algo de información siempre es válido.

Hay voces que hablan de que Los Amantes de Teruel es una adaptación de un cuento del Decamerón de Boccaccio, que se llamaba "Girólamo y Salvestra" escrito sobre 1351. Y aunque la primera nota del suceso de Teruel se publicó en 1577 escrita por Bartolomé Villalba, se sabe que esta leyenda es anterior, aunque sin fecha clara.

La Leyenda de Los Amantes de Teruel no hubiera aguantado en el tiempo sin las momias de dos jóvenes que se encontraron enterrados juntos en el año 1553 en la iglesia de San Pedro de Teruel. ¿Dos jóvenes de edad similar enterrados dentro de una iglesia muy importante de Teruel? Tenían que ser importantes.

Estos cuerpos momificados permanecieron a la vista hasta el año 1902 en que tras un funeral oficial y público, se dejaron cerrados definitivamente, en la capilla del Sepulcro.

La leyenda habla de 1217 como el año en el que se produjo el hecho de Los Amantes de Teruel, pero estas momias analizadas con Carbono14 se han datado como restos del siglo XIV, un siglo después.

Como es lógico no voy a opinar al respecto, son datos menores con la realidad que se vive en Teruel. La historia que se cuenta es mucho más grande que la leyenda, por lo que representa de amor, sea una historia literaria o real. 

Boccaccio bien pudo conocer la Leyenda de estos amantes, y escribir posteriormente su relato literario. Escrito en el 1351, que sí, es el siglo XIV, el mismo en el que datan los restos que se conservan en Teruel.


Farmacias históricas de Zaragoza


Era 1893 cuando se publicaban estos anuncios de farmacias zaragozanas en revistas de la época. Limonadas purgantes en polvo de Armisén o emulsiones Faci, de aceite de hígado de bacalao con añadidos.

En el primer caso era para hacer purgas y salía cada purga a 1 céntimo. ¿Quien no se haría una purga en buenas condiciones, por solo un céntimo?

Y en el segundo caso eras unas emulsiones de hígado de bacalao con hipofosfitos de cal y sosa, que por los mismos 6 reales te dejaba como nuevo. 

Esta misma emulsión se sigue vendiendo en algunos países con hipofosfitos de sodio y con benzoato de sodio. Se usaba o se usan como reconstituyente.

Puerta Sancho de Zaragoza. Batería de la Guerra de la Independencia


Con un dibujo de Juan Gálvez y grabado por Fernando Brambila, esta obra nos muestra la batería defensiva de la zona de Puerta de Sancho de Zaragoza en la guerra de la Independencia. Se realizó en el año 1812, muy pocos años después de la batalla.

Es una de las 36 obras que con el nombre de Ruinas de Zaragoza se hicieron al aguafuerte y aguatinta en un tamaño ligeramente más pequeño que un A3.