Bichos de pared zaragozana, pequeños monstruos que nos miran para recordarnos que todo puede ser todavía peor de lo que imaginamos. Y de que todo tiene su final.
No hagamos caso de lo que es triste, y vivamos cada paseo como si fuera una maravilla. Y si nos falta un diente como al bicho de la pared, ahora hay soluciones muy válidas.