20.11.18

Cómo se cocina (bien) un sondeo electoral?


Hay una constante en todos los tipos de sondeos electorales, y es la poca capacidad de encontrar respuestas de calidad y una participación fiel que garantice que no se está mintiendo en sus respuestas. En el Sondeo Electoral que ha realizado el Ayuntamiento de Zaragoza se han efectuado 16.413 llamadas, para obtener 2.072 respuestas finales, aunque en el camino se han quedado 2.942 llamadas sin completar. Puede parecer un número excesivo, pero es bastante común. El ciudadano no quiere colaborar con las personas que preguntan. Pero además de esas 2.072 llamadas que completan el sondeo, 1.152 personas dicen que o no votarán, o no lo tienen decidido, o votarán de forma no válida. Y eso siendo un número también común, es el número clave entre los sondeos y la realidad final del día de las elecciones.


¿A quién votan los que dicen en los sondeos que NO irán a votar o no saben a quién votar, cuando luego sabemos con número que SÍ votan?

Es un poco como ese ejercicio mental que hacemos todos, de ser casi los propietarios de un tipo de voto en concreto. A mi me votan los jóvenes, o los intelectuales, o los seguidores del Real Zaragoza. ¿Seguro? ¿Y estas seguro que después incluso, estos segmentos sociales van a votar? ¿O precisamente son los más abstencionistas de todos?

Al final del sondeo, se han encontrado a 240 personas que votarán al PSOE, 203 a ZEC, 178 a C’s, 174 al PP, 49 personas a CHA y 4 al PAR. Para esos números se han tenido que efectuar 16.000 intentos de sondeo, y nos vemos en la obligación de creer en los resultados. Y creemos, pues son los que se utilizan y funcionan, si no se cocinan de forma interesada. Es un sistema válido o al menos es el único sistema que tiene la sociedad para intentar adivinar qué opinan las personas. Y para ello principalmente se utilizan métodos de cocina reconocidos, como interpolar los datos obtenidos con la respuesta típica de: “¿A quién votó usted en las últimas elecciones?”.

Y ahora explico este tipo de cocina como si me estuviera dirigiendo a niños de colegio, y perdonarme por la simplificación brutal de la explicación que viene a continuación.

Si ante esta pregunta nos mienten ( “¿A quién votó usted en las últimas elecciones?”), el sondeo es imposible que acierte. Con ese dato sabemos la mitad de lo que hay que cocinar, pues si todos son honestos y dicen la verdad, lo que ellos digan se tiene que parecer mucho a los resultados que hubo en el año 2015. No se les pregunta por qué van a votar, sino por quien votaron en años anteriores y de eso sí tenemos datos seguros para contrastar datos y respuestas, para mover las respuestas hasta llevarlas a los datos reales.

Como mienten —mentimos siempre ante estos temas, es cierto—, lo que hay que hacer es llevar los resultados que ellos nos responden a la realidad que sí conocemos. Si al PSOE le votaron un 50% (por ejemplo) en las elecciones y nos responden que le votaron el 25%, el valor de esos sondeos concretos y en relación al resultado final del PSOE tienen que computar como la mitad. Nos están mintiendo, o bien no hemos sabido encontrar a la parte sociológica correcta para que nos respondan que el 50% votó al PSOE.

Con este factor de corrección se pasan los resultados del sondeo de cada partido hasta la cocina, factor que es distinto en cada organización política.

Otro factor de corrección y este sí es igual a todos los partidos, es el de la participación. Por mucho que nos digan en el sondeo que el 60% no irá a votar o votará en blanco, la realidad será que lo harán el 30% más o menos. También en esto nos mienten. Pero también tenemos el dato real de que sabemos cuántos irán a votar. Lo que no sabemos es a quién votarán los que dicen que no votarán pero que al final sí irán a votar. Este es el gran secreto, y el motivo real de por qué las Campañas Electorales son muy importantes. Pues curiosamente y de forma triste, en estos momentos de ellos es el futuro de los resultados.

Si al PP dicen que lo votaron un 12,2% y así todos los demás partidos, como en esa tabla de voto directo y para sacar el 100% suman los NO CONTESTAN, ABSTENCIÓN y NULOS, lo primero que hay que corregir es eso. Y entonces tenemos el primer factor que es común a todos los partidos. Ese factor es en este sondeo de Zaragoza del 60,7% para todos por igual. Es decir, que si recuerdan en un 12,2% que ellos votaron al PP en 2015, en realidad lo votaron las personas sondeadas en un 20,1%. Porque cuando hablamos de porcentajes siempre tenemos la ventaja de que al final tienen que sumar 100%. A ese 20,1% simplemente lo hemos aumentado en el caso del PP y por igual proporción a todos los demás partidos, restando los votos falsos que no se harán. Sea una abstención excesiva, o los que no saben qué contestar pero que sí sabrán qué votar cuando toque. Y aquí simplemente distribuimos porcentajes entre los votos válidos reales. La suma de los partidos más los blancos, serán del 70% del censo electoral, más o menos. Nunca del 46%.

Sigamos con la cocina. En realidad al PP lo votaron en 2015 un 26,88% y no ese 20,1% que recuerdan ya corregido las personas sondeadas, es decir hay un 6,78% de votantes del PP del 2015 que o mienten o no hemos sabido dar con ellos para sondearlos. Y eso nos lleva a otro factor de corrección. En este caso es diferente para cada partido. Estos datos se puede afinar aplicando factores por edad, por sexo, por Distritos, etc. hasta lograr unos resultados válidos.

Hay que advertir que a TODAS las empresas que hacen los sondeos, les interesa por su propio prestigio acertar lo más posible. Se deben a su cliente, sin duda, pero también se deben a su prestigio.

Y ahora vamos a aplicar estos factores de corrección sobre lo que dicen que votarán. Pasamos del “VOTARON en 2015” al “VOTARÁN en 2019”. Aunque dice el sondeo que al PP lo van a votar un 8,4%, en realidad nos está diciendo que lo van a votar un 18,1% sin el segundo factor de corrección . Aplicando el factor del olvido, engaño etc. Y toda esta cocina nos ayuda a sacar que al PP lo van a votar un 24%, cifra bastante similar a la de 2015.

Efectivamente estos números según toda la suma de factores de corrección que se aplican, puede variar algo, pero os puedo asegurar que es mucho más importante dar con la segmentación social correcta que las manipulaciones de cocina. Por ejemplo en este sondeo no es lógico hacer el mismo número de sondeos en Santa Isabel que en el Rabal. Si hubiera sido proporcional en vez de hacer 130 entrevistas en cada Distrito, se hubieran tenido que hacer 39 en SAnta Isabel y 232 en el Rabal. Y eso sí modifica respuestas, pues cada barrio está compuesto de un tipo sociológico diferente de personas y votantes.

¿Y estos datos son fiables en los sondeos? Pues no, claro, porque la persona que más mala leche tiene puede hacer algo que destroza las encuestas. Y es decir que votó a UNO y en realidad votó a OTRO partido, y que va a votar a UNO y en realidad votará a OTRO. Con estos factores de corrección se logra eliminar a los que no saben o no quieren decir la verdad. Pero es mucho más complicado eliminar a los que van directamente a engañar en la totalidad de las respuestas. A quién votó y a quién votará. Para eso se emplean cuadros de migración de voto.

Esos factores anteriores hacen que el PSOE en realidad pierda bastante voto final pues tiene el sondeo del Ayuntamiento un sesgo curioso a favor del PSOE y más todavía en contra del PP, y que con Ciudadanos casi hayan acertado del todo, o que con ZeC haya que corregir un poco a la baja pero muy poco, y que a CHA haya que subir mucho, incluso algo más que al PP, pero esto también es normal y se da en todo tipo de Sondeos que se han efectuado en la última década, por dos factores. Es más complicado acertar un 10% que un 25%. Los factores de recuerdo, de fidelidad, etc. es mucho menor. Y además hay un factor curioso de voto oculto que luego sale en los recuentos.

En el caso de CHA estos datos globales hay que cogerlos con pinzas pues nos encontramos con auténticas divergencias imposibles de admitir con seriedad pues pueden tener un 19% de voto en Oliver Valdefierro y eso parece imposible, como un 17% de voto en Las Fuentes que también parece alto, y en cambio en el Rabal nos encontramos con un 0% que imposibilita cualquier corrección, pues un 0% multiplicado por sí mismo o por cualquier otro número siempre nos dará 0.

Pero insisto que en todos los partidos sucede lo mismo. No sabemos qué equipos acompañarán a los pocos candidatos que ya hay elegidos. No sabemos la realidad final, de los candidatos de algunos partidos, y sobre todo y curiosamente, no sabemos nada del último día. Se sabe que en todas las elecciones en España y en otros países, hay un porcentaje muy alto de indecisos que es en las últimas 24 horas cuando deciden si van o no a votar y a quién van a votar. Suelen ser el 50% de este importante grupo de votantes. Pero no siempre es similar su composición ideológica. ¿Qué 50% de esas personas al final decidirán ir a los colegios y para votar a quien?

Este factor emocional del último día es fabuloso y se lleva utilizando décadas en EEUU o en España. Los ejemplos de Kennedy, Felipe González o Adolfo Suárez son claros. Supieron utilizar muy bien esas 24 horas finales. Pues por desgracia quien hace que se suba o se baje en el resultado final, NUNCA son los fieles, sino los indecisos, los que al final deciden ir o no ir a votar.

Hay otro factor que podría jugar a favor de la izquierda en los resultados finales. Es la entrada de VOX con posiblemente un 3% de voto como poco. Pero curiosamente hay más votos dentro del Sondeo para PACMA y a nadie se le ocurre decir esos votos se restan a la izquierda.  

Toda esta cocina y explicación nos lleva a:

(aquí hay un +/- factor de error que por mi parte es imposible de determinar pero podría moverse entre el 2-3%) Si aplicamos estos datos a un simulador con la famosa Ley D’Hondt, los concejales se repartirían así:

PP = 9 ZeC = 7 Ciudadanos = 6 PSOE = 6 CHA = 3

Estamos otra vez en el famosos 16 contra 15. El tercer concejal de CHA se logra a partir del 7,9% de lo votos. Y lo ganaría Ciudadanos si lo perdiera CHA. Es casi imposible lograr un sólo concejal desde CHA. Se tendrían que mover entre el 5% y el 5,1%. Más del 5,1% les lleva a 2 concejales, siempre que se mantenga el actual porcentaje de voto en el resto de partidos, y a partir del 7,9% se alcanzan los 3. 

Si los demás se mueven bastante de los datos que se presentan en el sondeo, los datos cambian. Eso nos lleva a una situación muy similar a 2015. Los concejales de CHA van a ser imprescindibles para que haya o no haya un Gobierno de Izquierdas en el Ayuntamiento de Zaragoza. Y como estas cocinas estoy seguro, ya las han hecho todos los demás partidos, habrán tomado buena nota para atacar o defender sus posibilidades y las de sus números.