Los muy mayores de Zaragoza saben que cuando hablamos de la plaza del Carbón, nos estamos refiriendo a la actual plaza de Salamero. Dedicada a Miguel Salamero, uno de los defensores de Zaragoza en la Guerra de la Independencia.
Pero antes ya hubo "otra" plaza del Carbón en Zaragoza, en aquella ciudad que había salido de sus particulares asedios de los franceses hasta que nos la destruyeron casi al completo, sobre todo en sus edificios emblemáticos.
Las llamadas plazas del Carbón, como es lógico, se llamaban así por ser los lugares en donde se vendía el carbón a granel, al por menor a los vecinos. Los carboneros iban a vender carbones de distintas clases, leñas y maderos.
Y como aquello se convertía en un mercadillo de casi todo, las actual plaza de Salamero hasta no hace muchos años, alguna década, era precisamente eso, una especie de Rastro, en donde vendedores de variado tipo ofrecían sus productos a la luz de las mañanas, o a escondidas.
Charlatanes que intentaban vender a viva voz sus novedosos inventos o vendedores de viejo, sobre todo de relojes, pero también en algún momento intercambiadores de cromos y vendedores de viejo.
En el plano que vemos arriba, podemos ver la vieja Plaza del Carbón de un plano de 1861, pequeña y posiblemente coqueta y sucia.