29.7.16

España está en modo Aquelarre. Falta la resaca

España se nos escapa de las manos y lo digo con la seriedad de la situación. No hablo de España como concepto, que también, sino de España como sociedad, como pegamento social, como espacio geográfico e histórico, que está perdiendo los puntos cardinales y algo de su propia dignidad. No hablo del espectáculo del Congresos de los Diputados, que lo haré en otro momento, lo hago sobre todo por la incapacidad para resolver los problemas internos, sean territoriales, sociales, laborales o económicos. Nos reunimos para hablar como las brujas, de nuestras escobas y de la forma de volar. Pero no somos capaces de resolver nada.

Creemos jugar a ser demócratas, jugamos a ser políticos, a ser mucho más listos que los que nos eligen como representantes. Creemos que jugar al ajedrez con toda una sociedad es posible. Que cuanto peor mejor, siempre que yo no entré los que resbalan. Creemos que con una explicación mal dada, con un discurso preparado, con unos titulares prefabricados, podemos hacer valer toda nuestra incapacidad. Confundimos la corrupción con la justicia, para hacer bolsas donde todo cabe y así manipularlas más y convertirlas en indigeribles. Estamos jugando con el fuego del futuro de nuestros hijos.

No soy pesimista. Sé que todas las sociedades tienen sus mecanismos de autodefensa automática y que saben ponerse a funcionar. Aunque también sé que hay varias formas de ponerse a funcionar y algunas son malas. 


Más que pesimista estoy cabreado, sinceramente cabreado por lo mucho que tenemos que aguantar, por las zancadillas que nos vamos poniendo todos contra todos, y por la inmensa factura que nos van a presentar por estos festejos de la nada. Lo estamos queriendo entre todos. Estamos callados y escondidos. Los cabreados se refugiaron en los círculos y ahora están acogotados y calmos. Todos parecemos participar de este akelarre de fuego y brujas. ¿Alguien se ha percatado que tras las fiestas suelen venir las resacas?

Julio M Puente Mateo