25.7.15

Los siete grupos de instrumentos de la orquesta sinfónica

Una orquesta sinfónica se compone de una pluralidad de instrumentos, pero para que una obra suene con todos los matices, en su esplendor plural y aporte todos los sonidos ordenada y armoniosamente, se requiere que estos instrumentos se agrupen y se sitúen en una determinada posición en el escenario. Si no se ordenan así y mezclamos a algunos de ellos desordenadamente no haríamos música, emitiríamos ruido y la orquesta dejaría de cumplir su función.
Esta pluralidad de instrumentos, ordenados por grupos diferentes en número, podemos ordenarlos en hasta siete grupos:
 Los de cuerda, muy mayoritarios: violines, violas, chelos, contrabajos.
 Los de viento metal, también numerosos, aunque menos que los anteriores: trompetas, trompas, trombones, bajos, tuba.
 Los de vientos madera, menos numerosos: flautines, flautas, oboes, clarinetes, fagots, contrafagot.
Tras estos tres grupos numerosos se hallan otros que podríamos llamar minoritarios pero también necesarios y que requieren una singularidad en el escenario:
 Los de percusión: timbales, cajas, triángulos.
 Los de viento madera auxiliares: clarinete bajo, contrafagot, saxofones.
Y finalmente señalar que dos instrumentos, siendo una unidad en la orquesta, no dejan de aportar matices y sonidos imprescindibles en no pocas obras y que se sitúan separadamente en el escenario:
 El arpa
 El piano.
Jorge Marqueta Escuer.