21.3.12

Ibercaja busca más fusiones. Cuidado con su sede en Aragón

Ibercaja pasa al ataque en su necesidad —o no— de aumentar su tamaño final hasta resultar una entidad comparable a las grandes entidades financieras de España. Pero todo intento por ganar tamaño tiene sus riesgos y Amador Franco e Ibercaja lo saben. Tal vez el principal escollo es mantener su personalidad, algo cada vez más complejo pues las posibles opciones de fusiones —aunque no todas— pasan por hacerlo con entidades de un tamaño parecido o incluso mayor a Ibercaja.

Tras la imposibilidad de hacerse con Unimm (cajas de ahorros catalanas agrupadas) parece que ahora se mueve en la dirección de Banca Cívica (Caja Navarra y Cajasol). Esta opción sería perfecta para conseguir integrar en Ibercaja oficinas y servicios desde el sur de España y desde la vecina Navarra, con ampliación hasta Canarias, aunque con problemas al integrar bastantes oficinas en Burgos donde tras la integración de Caja3 ya hay un servicio completo. Pero Ibercaja es ligeramente más pequeña que la actual Banca Cívica y sería más complicado poder mantener para Aragón su sede fiscal y legal en Zaragoza. Hoy Banca Cívica tiene su sede en Sevilla si bien en un principio y hasta la integración de Cajasol la tuvo en Madrid.

Pero Ibercaja no es la única novia —o novio— para Banca Cívica. También La Caixa opta por su integración. Ibercaja cuenta con más posibilidades sobre todo por que desde Banca Cívica prefieren una entidad de menor tamaño con la que poder negociar de tú a tú y no con una “grande” como La Caixa

Pero mantener la personalidad de Ibercaja en Aragón debe estar como primera opción y encima de todo tipo de negociaciones con Banca Cívica. Si no es así, Aragón saldría perdiendo gravemente, pues vería desaparecer sus dos Cajas de Ahorros en una operación de pocas semanas. Queda la Caja Rural de Aragón tras la unión de Cajalón y Multicaja, como alternativa a los aragoneses, si desean contar con una entidad aragonesa para sus ahorros o gestiones financieras.